La asociación de perjudicados por el programa Pesadilla en la cocina,Pesadilla en la cocina formada semanas atrás, ha echado a andar con 14 personas «aunque hay más gente detrás». Sus responsables han hecho constar ya su verdadero objetivo. En primer lugar, «que se restablezca nuestra verdadera imagen». Si no lo consiguen, ejercerán sus derechos y pedirán «una compensación económica» a Warner, la productora del programa del chef Alberto Chicote.

El colectivo ya tiene presidenta, Manoli Paz, vicepresidente, José Luis Sanz (La Mansión de Navalcarnero) y Sole Álvarez, propietaria de Café Zamora. Sin embargo, Manoli Paz, que hará las veces de portavoz, ya ha adelantado que «no desvelaremos la identidad del resto de miembros porque tiene derecho a su privacidad». «Queremos que se diga que todo es una farsa, porque detrás de cada uno de nosotros hay una historia. La última, según nos han comunicado desde una ONG, es la de una persona que ha participado y ahora está durmiendo en la calle».

«Hemos aguantado humillaciones y vejaciones», insiste la portavoz de la plataforma, quien asegura que «el programa saca lo peor de nosotros para conseguir la máxima audiencia». Si Warner no accede a la petición del colectivo y reconoce públicamente esta situación, «para eso tenemos un despacho de abogados y tomaremos las medidas oportunas». «Aún no lo hemos decidido, pero evidentemente tiraremos para adelante», confirma Paz, sobre la posibilidad de reclamar una contrapartida económica.

Por otro lado, la plataforma sigue sin detallar cuántos restaurantes están detrás, aunque sí han avanzado que hay miembros de todas las temporadas, «incluso de la sexta, que aún no se ha emitido».