"¿Quién dijo que los jóvenes de hoy en día ni estudiamos ni trabajamos?". Es el pensamiento de los casi 2.000 jóvenes zamoranos que compaginan los libros con sus contratos laborales para poder costearse los estudios o cubrir sus gastos personales. La provincia cuenta con más de 21.500 jóvenes de entre 15 y 29 años. De ellos, se calcula que el 8% trabaja y estudia a la vez, es decir, algo más de 1.700 personas, mientras que alrededor del 21%, más de 4.500 jóvenes, no hacen ni una cosa ni la otra, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

Se trata de los denominados "sisis", un nuevo término que nace por contraposición a los ya conocidos "ninis" que, aunque cada vez son menos, "existir, existen", bromea uno de los jóvenes zamoranos que estudia a la vez que trabaja. Es el caso de Raúl Enríquez. A sus 30 años prepara las oposiciones para Policía Nacional, unas pruebas "más duras de lo que parecen", dice, resignado. El joven trabaja en un centro comercial deportivo de la capital desde hace dos años, pero durante sus estudios previos ha hecho "de todo": construcción, monitor de tiempo libre... "lo que surgiera", bromea.

El zamorano, que cuenta también con la doble diplomatura de Magisterio en Primaria y Educación Física además de un ciclo de grado superior, siempre ha intentado tirar de un empleo "para mis gastos, ya que la carrera universitaria fue costeada por mis padres", argumenta. En este sentido, reconoce que "a día de hoy todavía hay mucho nini que no valora lo que tiene, chavales a los que le pagan todo y está claro que cuando tú te costeas algo con tu esfuerzo lo valoras muchísimo más".

Otra de las zamoranas que compagina aulas y trabajo es Elena Calleja. La joven, de 25 años, cursa cuarto de Magisterio en la especialidad de Infantil durante las mañanas, mientras que las tardes las dedica a la guardería desde hace casi cinco años. "Hice las prácticas allí y continúo compatibilizando como puedo, a veces es difícil pero supone una ayuda económica para mis gastos y, sobre todo, que está relacionado con mi formación, y eso también es importante", explica la joven. Aunque ni ella misma es consciente de formar parte del colectivo de "sisis", Calleja valora que "hoy en día hay de todo, gente que no da palo al agua y otros que hacemos lo que podemos", sopesa la zamorana.

A sus 19 años, Paula González se desdobla como estudiante del segundo año de Enfermería en Zamora y empleada en la hostelería. Mientras que durante la semana acude a sus clases y sus estudios son su prioridad, los fines de semana trabaja en un bar de Salamanca para "poder sacar un dinerillo extra, no es mucho pero te ayuda con tus gastos y algún capricho, sobre todo, cuando no estudias en el mismo lugar en el que vives", apunta la joven a la salida de la biblioteca del Campus Viriato. Los tres coinciden en que "hacer ambas cosas es posible, todo es cuestión de organizarse".