El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna anunció el pasado martes, tras una reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoó que el tramo del AVE entre Zamora y Pedralba de la Pradería, que permitirá reducir 30 minutos el trayecto ferroviario entre la capital española y Galicia, estará "completamente finalizado" y "en condiciones de poner a disposición el servicio" a finales del año 2018. El anuncio supone otro revés a las expectativas de avance de la alta velocidad hacia Sanabria. Si la fecha de diciembre de 2016 apuntada por la anterior ministra de Fomento, Ana Pastor, era evidente que sería superada por los hechos (falta todo el montaje de vía, la estación de Otero-Puebla de Sanabria y sobre todo el cambiador de ancho de Pedralba), hasta ahora todo parecía apunta que la fecha de diciembre de este año, 2017, era un plazo razonable para la entrada en servicio del AVE hasta Sanabria, pero se atrasará un año más.

De hecho, la llegada del AVE a Galicia, prevista para 2018, se retrasará solo un año hasta el tercer trimestre de 2019, aunque estará en pruebas "durante unos meses", confirmó el ministro tras el encuentro con el mandatario gallego.

La circulación de los trenes de comprobación alcanzará el tramo entre la localidad de Taboadela y la ciudad de Ourense donde no hay vía de AVE, después de que finalicen las obras del tramo que conectará con Pedralba de la Pradería (Zamora) y enlazará Madrid y Galicia con alta velocidad ferroviaria.

El ministro de Fomento quiso ser "muy prudente" con estos plazos, que anuncia tras tener "la certeza de poder cumplirlos", y recordó que la conexión de Galicia con la meseta en alta velocidad ferroviaria es un asunto "prioritario" para el Gobierno de España y su presidente, Mariano Rajoy. "Ha dicho en innumerables ocasiones que es una actuación imprescindible para mejorar la competitividad de Galicia, para vertebrar el territorio español y para mejorar la calidad de vida de los gallegos", recordó.

La fecha anunciada por De la Serna supone un retraso de, al menos, nueve meses sobre el último plazo anunciado para la entrada del AVE en Galicia, que se fijaba en 2018. Sin embargo, el titular de la cartera de las infraestructuras aseguró que en las condiciones actuales su previsión supone un "tiempo récord" para la finalización de las obras en las provincias de Zamora y Ourense.

En concreto, De la Serna hizo referencia a las "enormes dificultades técnicas" que presentan algunos de los tramos del AVE a Galicia que, "asociadas a dificultades administrativas", demorarán la conexión en alta velocidad de la región con Madrid.

El ministro reconoce también que el "periodo de Gobierno en funciones" ha tenido "un impacto negativo" en la ejecución de las obras, algo que comparte el presidente gallego. "Llevamos trasladando desde diciembre de 2015 que el bloqueo en el que estaba sometida España iba a tener consecuencias, y que saldría caro, sobre todo, para las infraestructuras complejas", lamentó Feijoó, que celebra la concreción de los nuevos plazos anunciados por el ministro, incluido su compromiso de visitar Galicia "cada tres meses".

En concreto estas "dificultades técnicas sobrevenidas" han afectado a cinco tramos entre Zamora y Ourense, donde las empresas habían solicitado reformas en los proyectos para solventarlas, lo que conllevaba un incremento en el precio del contrato. Lo que ha sucedido, en palabras del ministro, es que el Gobierno no podía responder a estos modificados porque estaba en funciones como consecuencia del bloqueo de la política nacional. Es la causa que llevó a que las obras estuvieran paralizadas durante un año, hasta que la constitución del nuevo Ejecutivo permitió iniciar negociaciones con las empresas para desatascar la construcción.

Los problemas se correspondían con túneles y viaductos contenidos en cinco tramos, los tres gallegos Prado-Cerdedelo, Cerdedelo-Portocamba y A Gudiña-Vilavella, y los dos zamoranos de Padornelo y Pedralba de la Pradería-Cernadilla.

El ministro aseguró, no obstante que este mismo mes de febrero "se podrá confirmar la resolución definitiva de los tramos pendientes".

En todo caso el tren de alta velocidad llegará a Galicia sin que esté terminado el tramo de 17 kilómetros entre Taboadela y Orense capital, que ni siquiera se ha licitado. Como solución transitoria se utilizará la vía actual, pero modificada con tres hilos y electrificada para que puedan circular los trenes mientras se construye la nueva línea de integración en la ciudad de Ourense, cuya conclusión se podría alargar hasta el años 2021 o incluso 2022.