La complejidad del caso de la niña de seis años que murió en la capital el pasado lunes tras precipitarse de un cuarto piso dilata la investigación judicial abierta tras el desgraciado suceso. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Zamora, en funciones de guardia, está a la espera de recibir el informe de la Policía Nacional para llevar a cabo las diligencias correspondientes para esclarecer cómo y por qué se produjo el fallecimiento de la menor.

Fuentes de la investigación confirman que la toma de declaraciones continuó durante la jornada de ayer para recabar nuevos datos en torno a las circunstancias del fallecimiento, una vez conocidos los resultados de la autopsia, cuyo informe preliminar ya fue remitido por el forense a primera hora de la tarde de ayer.

El caso ha contado también con la intervención de la Fiscalía de Menores en su función de acompañamiento durante el testimonio de la hermana de la víctima, una niña de doce años que compartía cama con la pequeña en el dormitorio desde el que se precipitó, y cuyas ventanas y persianas permanecían cerradas en el momento en el que los agentes de la Policía Nacional acudieron al lugar de los hechos, tras recibir el aviso en persona de un hostelero que se dirigía a su puesto de trabajo, en torno a las cinco de la mañana. A la llegada de los agentes al lugar de los hechos, en la calle Arapiles de la capital, "la niña ya no tenía pulso", según confirma el hombre que encontró el cuerpo de la pequeña sobre la acera de la calle, junto a dos vehículos estacionados en la vía pública.

El caso se encuentra bajo secreto sumarial sin que hasta el momento hayan trascendido, de forma oficial, las circunstancias que rodean el caso de la pequeña. Su repercusión, incluso en el ámbito nacional, ha conmocionado al barrio de Los Bloques, que amaneció el pasado lunes con la noticia de la muerte.

Mientras la investigación judicial da pasos adelante, familiares, amigos y vecinos de la niña fallecida dieron ayer el último adiós a la pequeña de seis años en una misa multitudinaria en la iglesia parroquial de San Lorenzo, en la capital.