La ola de frío que ha azotado a Europa durante los últimos días y que en España ha sido especialmente "cruel" con Levante ha encarecido y, en algunos casos, multiplicado, el precio de ciertas verduras y hortalizas. La situación, que afecta principalmente al pequeño comercio -muchas de las grandes cadenas pactan con los productores los precios anuales, por lo que apenas varían- se ha dejado notar y, según indican los vendedores, las ventas han caído. "Yo hoy no he traído berenjenas. A seis euros el kilo nadie va a comprarlas. Cuestan lo mismo que la carne de ternera", relataba ayer un pequeño empresario zamorano que no desea revelar su nombre.

La subida de precios es evidente. Obviamente, depende del comercio, pero, por ejemplo, las berenjenas han dejado atrás su habitual precio de menos de tres euros el kilo y ayer estaban a unos seis euros en muchas fruterías. Algo similar pasa con las judías verdes, a cerca de cinco euros, y con las cebollas, que en algunos comercios costaban más de dos euros el kilo, prácticamente el doble de su precio habitual. El calabacín ha escalado hasta cerca de los 4,75 euros el kilo, aunque algunos negocios lo tienen a casi seis. También se han disparado los tomates, de poco más de un euro como precio habitual a más de dos en muchos negocios del ramo.

El origen del problema hay que buscarlo en el frío. En España se han visto afectadas Alicante, Valencia y Murcia, las principales zonas hortícolas. La situación ha sido incluso más complicada en Francia e Italia, países también productores, llegando al punto del desabastecimiento en algunos puntos del viejo continente. Las empresas foráneas compran en España, el producto es escaso y el precio se multiplica, como está sucediendo en los últimos días. Habrá que esperar para ver cuando remite la situación, pero los expertos hablan de mediados o finales del mes de febrero.

Precios en origen

Los precios en origen, obviamente, se han disparado. Así, el kilo de berenjena ha cerrado la semana pasada en 1,69 euros por los 73 céntimos con los que comenzó el año. Tres veces más. El calabacín se paga en origen a 2,25 euros cuando estaba a 1,4; la judía verde ha escalado hasta los 2,35 euros desde los 1,75 de la primera semana de enero y el tomate ha hecho lo propio, hasta los 85 céntimos cuando comenzó el año a poco más de cincuenta.