Admitió haber robado colmenas para instalarlas en su explotación, aunque no tantas como las 305 que reclaman dos apicultores de Extremadura y Murcia que le sentaron ayer en el banquillo de los acusados para exigirle 25.046 euros por daños y las campañas de recolección perdidas y que se le condene a cuatro años de prisión por sustracciones cometidas entre 2011 y 2014. La Guardia Civil recuperó 100 enjambres de diferentes propietarios.

El joven, también apicultor, no previó que pudieran sorprenderle en plena "faena". Había elegido la noche para actuar sin riesgos. Pero no le dio tiempo a cargar todas las colmenas de abejas trashumantes que tenía pensado llevarse de la finca: el dueño había echado ya en falta panales y decidió vigilar la explotación.

El denunciante encontró una colmena en su explotación que no era de su propiedad "debajo de una encina, con un enjambre que no era mío, sino de él", declaró al concluir el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal. El apicultor damnificado tiene colmenas desde Las Urdes hasta Picos de Europa, recorrido en el que entran las de Riego del Camino, Montamarta y Santovenia, donde el joven cometió los robos, afirma. Los enjambres del otro perjudicado estaban ubicados en Manganeses de la Lampreana y Cerecinos, asegura el denunciante.

El joven, de iniciales L.M.L., que en el año 2014 se presentaba en la provincia como dueño de una explotación con un proyecto innovador, un invernadero con abejas reinas en Venialbouninvernadero con abejas reinas en Venialbo, "aprovechaba la noche para actuar, vestido con un traje de buzo para no ser reconocido", subrayó la abogada de la acusación para dejar constancia de la agravante. Incidió en el perjuicio ocasionado al llevarse colmenas de un productor, "alguien que vive" de esa actividad.

La letrada expuso, además, como "prueba de la intencionalidad" del imputado, el que las colmenas sustraídas fueran primarias, para acto seguido resaltar que "a este señor no solo se le han intervenido las de mi defendido y del denunciante de Murcia, sino de Salamanca y Ávila".

La Fiscalía solicita seis meses de cárcel por un delito continuado de hurto y el pago de 8.000 euros por los daños a los productores de miel, la cuantía que se peritó y que en parte se ha pagado el día antes del juicio, destacó la letrada del propietario del colmenar expoliado, que incidió en que su cliente ha perdido dos campañas y la de este año por los robos sufridos.

La justificación del imputado fue que no tenía medios de vida, ante lo que la abogada de la acusación se preguntó "¿de dónde salían las colmenas?" que el joven, vecino de San Cebrián de Castro, tenía en su explotación, "había que tener dinero para comprarlos", agregó.

La abogada del procesado se centró en el número de enjambres sustraídos y añadió que "no reconoce los robos de 2011" que se le imputan, y el valor de los mismos, 2.960 euros, muy por debajo de lo estipulado por la acusación. El joven solo admite el robo de 66 enjambres de los que la Guardia Civil localizó 30 en su asentamiento de Bamba. Apuntó, asimismo, que cuando se vio sorprendido por el dueño de la explotación, llamó de inmediato a un perito para que valorara los enjambres, antes de que la Guardia Civil fuera al día siguiente. "El uno de mayo fue el robo y el dos de mayo fueron recuperadas las colmenas en funcionamiento, podían seguir produciendo, no hay daño", alegó. Al concluir el juicio, manifestó que se arrepentía y pidió perdón.