Dos de cada diez usuarios del centro de acogida de transeúntes Madre Bonifacia de Zamora logran dar un giro a su vida y salir del túnel para empezar una nueva vida. Las instalaciones de Cáritas acogieron durante el pasado año a 816 personas tanto en el servicio de comedor como en la prestación nocturna para ofrecer a los "sintecho" un lugar donde pasar la noche. Casi un 30% de los transeúntes que recurren a este servicio para sobrevivir "se plantea un cambio de vida" y dos de cada diez "lo consiguen y empiezan una nueva trayectoria tras asentarse", explica María León, directora del centro de acogida de Zamora. A su juicio, el porcentaje de inclusión del 20% es "muy alto", explica, al tratarse de gente "muy excluida y sin posibilidades, lo que implica un gran logro", reconoce.

Conseguir una prestación económica, avanzar para la consecución de un trabajo o lograr una vivienda compartida son algunos de los pasos que siguen estas personas para dejar atrás una vida en la calle, "a pesar de que muchos de ellos vienen todavía a comer al centro porque una independencia absoluta es más complicada".

La mayor parte de los usuarios del centro tiene enfermedades mentales, adicciones -tanto de alcohol como de drogas- o ambos problemas al mismo tiempo. Por este motivo, lograr una estabilidad sanitaria es uno de los puntos claves para conseguir el refuerzo, sin olvidar "el acompañamiento para estar presentes en momentos duros y de crisis", explica la profesional.

Ese apoyo continuado y la utilización de los recursos comunitarios, además de la propia voluntad del afectado, se convierten en la tabla de salvación para rescatar a los transeúntes de la calle. En función del perfil y las características, cada persona opta por recurrir a CEAS, programas municipales, regionales o estatales así como a organizaciones no gubernamentales.

En solo cinco años, el centro de acogida Madre Bonifacia ha pasado de dar cobijo y comida a 541 usuarios al año a 275 personas. Las instalaciones del programa de Cáritas permanecen abiertas durante todos los días del año para atender a transeúntes, indomiciliados y personas que tienen vivienda pero utilizan el servicio de comedor. En todos los casos reciben también un apoyo en otras áreas como salud, administración, higiene o lavandería.