"Hubo intención de lesionar", pero "tuvo todas las posibilidades de matarla y no lo hizo", aunque "estuvo de pie quince minutos" junto a la mujer, a la que acababa de asestar siete puñaladas, "no la remata", apuntó el abogado del anciano de 88 años que hirió de gravedad a quien fue su pareja durante 27 años, el 5 de octubre de 2015 a las puertas de un supermercado en Morales del Vino y que acuchilló por la espalda al guardia civil jubilado que intentó desarmarle.

Para castigar el delito de lesiones cometido contra la mujer, el abogado del procesado, de iniciales A.F.N., que varió sus conclusiones, exigía a la Audiencia Provincial, que juzgó ayer el caso, 2 años y 9 meses de prisión por ese delito; y otros 2 años por la herida provocada al agente, con movilidad reducida, andaba con muletas, por el tumor que padecía.

"Solo si entienden" los magistrados "que hubo intención de matar", la defensa del hombre pide que le condenen a 5 años de prisión por un homicidio en grado de tentativa contra su expareja; y a 2 años por la lesión al guardia. Una petición muy alejada de la del fiscal de Violencia de Género, que mantuvo las penas de prisión, 21 años en total, y resaltó "la perversidad" del anciano, quien al término del juicio tomo la palabra para decir solo "pido clemencia". Antes había declarado a preguntas de su abogado -se negó a responder al fiscal y a la acusación particular- que "no era mi intención matarla, no sabía lo que hacía, me di cuenta cuando vi la sangre ya en mis manos", "me quedé mirando" a la mujer tendida en el suelo "y pensé "¡Dios mío, ¿qué he hecho?"".

El fiscal, Evaristo Antelo, cree, sin embargo, que actuó "con alevosía", en un "ataque sorpresivo", tras esconderse, "sin forcejeo, no hay defensa de la víctima", como confirmó el forense, quien explicó que la mujer "se mueve" instintivamente, "nadie se queda quieto cuando le agreden". La víctima "poco podría" repeler la agresión "cuando el acusado la mantenía sujeta por la bufanda", añadió el fiscal. Testigos describieron que el imputado casi la llega a asfixiar, que la arrastró dos o tres metros cuando persiguió al guardia para apuñalarle por la espalda al alejarse este cuando no pudo desarmar con su muleta al anciano.

El fiscal se mostró convencido de que solo "la suerte" y la intervención de la vecina de Morales que colocó su bolso en el cuello de la víctima evitaron que se cumpliera la "voluntad" del procesado que, "sin eufemismos, era matar" a su exmujer. "Hay siete puñaladas no una ni dos, por tanto, si esa no es la prueba de la intención de matar, no sé cuál, salvo la de que se produjera la muerte", abundó Antelo.

Subrayó que el acusado proclamó, ante los testigos, "te voy a matar, te tengo que matar". El fiscal mantuvo los 14 años y 11 meses de prisión por asesinato en grado de tentativa; 5 por las lesiones provocadas al guardia civil; y 2 por amenazas a la barrendera que intentó desarmar a A.F.N., sin éxito, con el cepillo que usa en su trabajo.

El abogado de la mujer, se adhirió a las peticiones de cárcel del fiscal e incidió en que A.F.N. "compró el cuchillo de importantes dimensiones un mes antes porque tenía intención de matar" a su clienta. Recordó que el anciano admitió ante el juez que investigó los hechos que "va en busca de la víctima y está esperando hasta que llega" al supermercado, en cuya puerta "se dedica a intentar matarla, a clavarle el cuchillo indiscriminadamente, buscando zonas vitales". Llegó a confesar al juez que instruyó la causa que "me hago el encontradizo" con su expareja.

Fiscalía y acusación exigieron a la Audiencia que decretara el ingreso inmediato en prisión del anciano, en libertad provisional desde hace tres meses bajo la condición de permanecer en una residencia de ancianos. El abogado de la mujer aseguró que "está en plenas facultades para coger un taxi e intentar acabar lo que quiso hacer", asesinar a su clienta, "tiene plena libertad para deambular". La defensa apeló a los derechos humanos para que continúe en la residencia por el deterioro de salud acreditado por médicos. La Audiencia lo decidirá en sentencia, aclaró el presidente, Jesús Pérez Serna.