Cáritas Zamora ha reducido ligeramente durante este año el número de usuarios atendidos en la provincia -pasando de 9.085 a 9.000 personas- pero las peticiones se han incrementado y la razón está en la denominada pobreza energética. "Ahora una persona pide que se le pague más de un recibo, porque las necesidades económicas son mayores y la pobreza se ha cronificado", argumentó el delegado episcopal de Cáritas, Antonio Jesús Martín de Lera.

De esta manera, durante 2016 las demandas más atendidas en la delegación han sido las de necesidades básicas, centradas en alimentación, ropa, calzado, higiene y productos infantiles, y las destinadas a la vivienda, "desde pagar el alquiler del piso hasta hacerse cargo de las facturas de la luz, el gas o la calefacción", enumeró Martín de Lera en la presentación de los datos de este año.

Por otra parte, desde Cáritas también se quiso hacer hincapié en la importante labor que está realizando desde la pasada campaña en el campo del empleo. "Cáritas apuesta por estos proyectos. En 2015 ya comenzamos con un programa destinado a las personas que solo tenían acceso a la renta garantizada de ciudadanía, con itinerarios personalizados para conseguir un empleo", apuntó el delegado. Junto a este, también se han realizado continuas acciones formativas en campos como la cocina, la limpieza, monitor de tiempo libre o autoempleo, además del denominado Programa de Intervención Activa para el Empleo, que se ha desarrollado tanto en Zamora capital, como en Toro y Benavente.

El delegado episcopal calculó que gracias a estas iniciativas Cáritas ha ayudado en 2016 a conseguir un empleo para cerca de un centenar de personas. "En esta línea seguiremos trabajando, porque la inserción social solo puede venir a través del empleo y así lo creemos desde Cáritas", subrayó Martín de Lera, quien apuntó que este dato era "esperanzador" para aquellas personas que acuden a Cáritas en busca de un futuro mejor, en el que ellos sean autónomos para poder gestionar su vida.

Por otra parte, Martín de Lera presentó ayer la campaña de Navidad de Cáritas. Bajo el lema "Llamados a ser comunidad", esta iniciativa pretende destacar la implicación tanto en términos cristianos como sociales. "Tenemos que cambiar el modelo de sociedad individualista, porque se está perdiendo lo que nos hace ser personas", explicó el delegado.

Para este objetivo, desde la delegación zamorana se centran en tres aspectos: el proyecto textil "con el que se pretende apostar por una economía alternativa y solidaria, que busca que las personas en exclusión social entren en el mercado laboral"; el programa de cooperación internacional, que en Zamora se centra en proyectos concreto en La Habana y Marruecos; y el voluntariado, "que son aquellos que de forma sencilla y callada dedican su tiempo a los demás", agradeció Martín de Lera. En Zamora, se contabilizan 800 personas que desinteresadamente trabajan tanto en las parroquias como en programas de infancia o ayuda a reclusos o toxicómanos.