Pasados ya los tiempos en que la Nochebuena era una celebración eminentemente familiar, la madrugada festiva estuvo repleta de actividad en la ciudad. Fue en general una Nochebuena de diversión y aunque la normalidad fue la nota predominante un incidente vino a truncar un buen balance en lo que a seguridad ciudadana se refiere: un joven de 29 años tuvo que ser atendido en el hospital tras sufrir un par de pinchazos con arma blanca en una pelea ocurrida en una conocida discoteca de las afueras de la ciudad.

Un escaparate roto en la zona de San Torcuato fue otro de los sucesos de la noche, que no tuvo otros elementos especialmente llamativos más allá de los habituales controles de alcoholemia o alguna llamada a la Policía Municipal para quejarse de un exceso de ruido en algún domicilio.

En Nochebuena se sigue respetando la hora de la cena, y en general, a las diez de la noche es raro el establecimiento que permanece abierto. La mayor parte incluso desde algo antes. Pero terminada la tregua de la celebración familiar los zamoranos buscan la fiesta en la calle y los distintos establecimientos de ocio presentaban, en general, un lleno hasta la bandera. Sin embargo, la noche transcurrió tranquila y, como reflejan los datos del 1-1-2, no hubo que reseñar incidencias de importancia, ni siquiera las habituales intoxicaciones etílicas, al menos ninguna que requiera de atención hospitalaria.

Sin embargo, poco antes de las seis de la madrugada la sala del centro de emergencias 1-1-2 recibe una llamada que informa de la existencia de una pelea multitudinaria en una conocida discoteca de la calle Pinar, en las proximidades de la carretera de Villalpando, con una decena de personas directamente implicada y un herido por arma blanca como principal perjuicio. De inmediato se activa la alarma y llegan hasta el lugar dotaciones de las policías Municipal y Nacional, así como una UVI móvil del servicio de emergencias sanitarias de Sacyl. Efectivamente, como reza el parte de los servicios de emergencia "en el lugar de los hechos se atiende a un varón de 29 años" que presenta dos heridas por arma blanca, al que se traslada rápidamente al hospital Virgen de la Concha. Los facultativos examinan y curan al herido, que no sufría heridas graves y que era dado de alta hacia mediodía de ayer.

Los agentes de la Policía Nacional son los encargados de realizar las oportunas investigaciones. Según las fuentes consultadas por este diario, al menos a primera hora de la tarde de ayer no había ningún detenido por la agresión por arma blanca, aunque se investigará lo sucedido.

Por su parte la Policía Municipal realizaba su habitual trabajo para garantizar en lo posible la seguridad de la noche festiva. Realizó los oportunos controles de alcoholemia para evitar que las personas bebidas se pongan al volante y puedan provocar un accidente, atendían también avisos como la atención de un chico que se había hecho un corte o acudían a algún otro domicilio que se quejaba del exceso de ruido que provocaban sus vecinos. Pero en general "ha sido una noche relativamente tranquila", explicaba el concejal de Seguridad Ciudadana, Antidio Fagúndez.

La misma impresión tenían los responsables del 1-1-2 en su análisis de lo sucedido durante la Nochebuena no solo en la capital, sino en toda la provincia y la Comunidad de Castilla y León. De hecho, en toda la región solo se registraron tres traslados al hospital por parte de las emergencias sanitarias. El registrado en Zamora es, precisamente, el incidente más grave. En general se considera que la jornada transcurrió con bastante normalidad, a pesar de que es una noche propicia para los excesos.