El precio de los alimentos más demandados para las comidas y cenas navideñas se ha mantenido estable en la mayoría de los casos. Las comparaciones entre los precios de hace un mes y los de la mañana de ayer en los puestos del Mercado de Abastos de Zamora dejan claro que, con la excepción de pescados y mariscos, el género no es, como norma general, mucho más caro. Eso sí, no puede decirse categóricamente que pescados y mariscos sean más caros que hace un mes. En muchas ocasiones lo que sucede es que los productos son de una calidad mucho mayor que fuera de las fiestas navideñas. Los industriales aseguran que, lejos de estos días, los mariscos de mayor categoría tienen una clientela mucho más reducida, lo que desaconseja su presencia en el mercado.

Por partes, los zamoranos que ayer se acercaron al Mercado de Abastos pudieron encontrar, por lo que refiere al marisco, centollos a 39 euros el kilo. El bogavante rozaba los setenta, aunque con variaciones. Las cigalas, obviamente dependiendo de la calidad del producto, cotizaban entre los 40 y los casi cien euros el kilo. Las gambas, a unos 24 euros, aunque las había por más de treinta. Las almejas, también con fuertes variaciones, llegaban a costar hasta cerca de sesenta euros el kilo.

Cuando se habla de productos más "atemporales", como los pescados más consumidos para estas fechas, las variaciones son mucho menores e incluso inexistentes. Por ejemplo, la merluza estaba a aproximadamente siete euros el kilo, una cantidad muy similar a la de hace justo un mes. La lubina oscilaba entre los 8 y los 10,50 euros el kilo, una ligera subida con respecto a hace un mes. El salmón, al igual que el rape, permanece más o menos estable.

Por su parte, las variaciones en los productos de las carnicerías son pequeñas o nulas. El cochinillo se pagaba ayer en el Mercado de Abastos entre ocho y diez euros el kilo, una cifra muy similar a la de hace un mes. El tostón, por su parte, cotizaba a 9,5 euros. El lechazo se pagaba entre 12,9 y 14 euros el kilo, cantidades muy similares a las de finales del mes de noviembre, mientras que el solomillo estaba a 8,5 el kilo, sin apenas variaciones. Además, siempre quedan otros productos menos "navideños" pero que tienen un precio prácticamente idéntico al de las últimas semanas. Las chuletas y chuletillas de cordero tienen ahora justamente el mismo precio. A las chuletas de aguja les pasa lo mismo, a unos siete euros el kilo antes y ahora. El pollo de corral, por su parte, está a unos cuatro euros el kilo.

Los precios muestran que los años en los que la práctica totalidad de la cesta de la compra se encarecía con la llegada de las fechas navideñas han quedado definitivamente atrás. Hay productos más caros, pero el precio va generalmente unido a una mayor calidad, calidad que solo se demanda en estas fechas.