La niebla y las bajas temperaturas reinantes no fueron impedimentos para que ayer los zamoranos de todas las edades arroparan a Papá Noel en su nueva visita a la ciudad auspiciada por Gaza.

La colorista iluminación y la música infantil hicieron que el público se contagiara del espíritu navideño, una tarea en la que tuvieron gran importancia las casi 400 personas, muchas de ellas vinculadas a colectivos de teatro aficionado de la ciudad y deportivos tanto zamoranos como palentinos, que compusieron el cortejo que contó con ocho carrozas que partieron de la avenida de la plaza de Toro hacia la Plaza Mayor.

El libro gigante de la CabalGaza, acompañado por las hadas de Navidad, montadas en segway, abrían una comitiva donde los duendes repartieron unas 60.000 piruletas directamente en la mano de los niños que presenciaban el desfile.

Unas grandes esferas en llamativos colores daban paso a la carroza la Reina de las Nieves, donde viajaban Elsa, y otros personajes del universo de "Frozen". Tras ella un grupo de perros y la carroza con los autómatas, un grupo de osos blancos que pusieron música con sus instrumentos a toda la CabalGaza, seguida con gran atención por los más pequeños que miraban sorprendidos cada una de las estructuras y los personajes que las ocupaban.

Los soldaditos de plomo ataviados en rojo y verde enlazan con la sección dedicada a los cuentos clásicos y su carroza desde donde saludaban Blanca Nieves, Bella, Cenicienta, Caperucita Roja, entre otros personajes.

Un gran árbol de Navidad precedió a Mamá Noel, ataviada con un traje de Laponía y que desfiló sentada en un trono a la puerta de una casa y rodeada de gnomos.

Geppetto en unos zancos manejaba a la marioneta de Pinocho y las damitas de la Navidad antecedieron a la carroza de la aldea de Papá Noel.

Un tren de alrededor de 30 metros de longitud recreaba el taller donde unos elfos demostraban cómo realizan los juguetes para Papá Noel, estructura que provocó sorpresa entre niños y adultos que aguardaban la llegada de Santa.

Los Gazitos con gorros navideños, dieron paso a los carteros, vestidos con trajes rojos y blancos, que recogieron todavía las cartas de los más rezagados, y a los duendes de Papá Noel que abrían el camino a la carroza del anciano de Laponia tirada por los renos liderados por Rudolph, con su inconfundible nariz roja. La llegada de Santa provocó gritos entre los muchos niños que esperaban su paso.

Ya en la Plaza Mayor, uno de los lugares que reunió a más público, a Papá Noel lo recibió la concejala de Cultura, María Eugenia Cabezas, quien le entregó las llaves de la ciudad para que mañana pueda acceder a las casas de los niños zamoranos. ¡La Navidad ya ha llegado!