La Policía Nacional detuvo ayer a tres individuos integrantes de una red organizada y especializada en reventar máquinas tragaperras, que suman entre todos 60 arrestos, a los que acusa de haber cometido robos en varios bares de la capital de Zamora, entre ellos uno situado en la calle de Obispo Acuña y otro en el barrio de Los Bloques durante la madrugada del jueves. Dos de ellos están reclamados por juzgados de Sevilla como autores de otros asaltos.

Los agentes se incautaron de 3.500 euros, buena parte en monedas de uno y dos euros guardadas en bolsas de tela y utensilios para cometer robos con fuerza, depositados en el interior de una habitación de un hostal de Zamora capital que habían alquilado. En el turismo, los policías localizaron numerosa herramienta para forzar las puertas y cerraduras de los establecimientos que supuestamente asaltaban, tales como llaves cilíndricas y una de grifa; una maza y una palanqueta de grandes dimensiones; y varios pares de guantes. Todo el material estaba en la parte trasera de la furgoneta.

Los agentes les localizaron, precisamente, después de que el propietario de este último local diera aviso al teléfono 091 porque acababa de cerrar y escuchó sonar la alarma que indica que han entrado en las dependencias. Cuando los policías acudieron al lugar, los delincuentes ya habían huido, a gran velocidad y en una furgoneta roja, según los datos que les ofreció un vecino que contempló la escena, alertado también por la alarma del bar.

La dotación policial consiguió, tras efectuar una inspección de la zona, localizar el vehículo matriculado en Sevilla, en un descampado próximo, con las luces apagadas, de cuya parte trasera salió un hombre para emprender la huida del lugar y pudo ser arrestado. En el asiento del conductor se encontraba otro de los delincuentes, también detenido, mientras que el tercero se hallaba en un hostal, en el que fue detenido cuando iba a salir a la calle.