Varios niños Jesús, puentes, riachuelos, ángeles, pastores, panaderos o pozos. Todo cabe en el Belén más popular de Zamora, ubicado en un recoveco junto al arroyo de Valorio, con la aportación de cientos de piezas de vecinos de la capital. La idea surgió del zamorano Tomás Pedrero Vidal, que hace tres años decidió instalar un antiguo Nacimiento de una vieja promoción de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA junto a un árbol del bosque zamorano. "Haciendo limpieza iba a tirar la bolsa con las piezas, pero luego dije: ¿Y si en vez de deshacerme de ellas las coloco en el árbol?". Y así lo hizo.

De este espontáneo modo fue como surgió el proyecto navideño que, por tercer año consecutivo, consigue reunir piezas de zamoranos para conformar un gran nacimiento al aire libre. "Hasta este momento siempre lo habían respetado, pero por primera vez se han robado varias piezas, esta misma mañana", contaba hace unos minutos Pedrero Vidal. En este sentido, explica que "es una auténtica pena por la desilusión de esos niños que llevan sus figuras, pero no van a poder ni con la alegría ni con la emoción con que vamos a reponer lo que se han llevado". No obstante, hace un llamamiento: "Si tienen un poquito de corazón, que lo vuelvan a dejar".