Temas de la zarzuela "El Barbero de Lavapiés", del musical "El fantasma de la ópera" o "My fair lady" o éxitos de la música ligera se escucharon ayer en la voces de Montse Martí Caballé, Plácido Domingo junior o Cecilia Lavilla Berganza. Todos ellos demostraron que son mucho más que "hijos de" y que tienen sus carreras más que consolidadas.
La hija de Montserrat Caballé regresaba a Zamora tras su visita a mediados de año y apuntaba que su madre ya actuó en el mismo lugar que iba a hacerlo ella. "La música y la voz son excelentes instrumentos para ayudar y si tienes la suerte de hacerlo con tu trabajo, es una obligación y un deber", reconocía.
Era además la primera vez que se unían en un concierto coral. "La última vez que vi a Cecilia fue en 1977, cuando nuestros padres cantaron la ópera "Carmen en Edimburgo", recordaba el hijo de Plácido Domingo.
Junto a ellos, y con la compañía del barítono zamorano Luis Santana y el piano de Antonio López Serrano, también estaba la benjamina del grupo, la soprano Amanecer Sierra, quien se mostraba "emocionada" antes del concierto. "Crecí con estos artistas y son también grandísimos compañeros que me están ayudando mucho, así que estoy muy contenta", agradecía, al tiempo que subrayaba el carácter solidario del acto. "Es un gusto poder implicarte en cosas que ayuden a los demás y que al mismo tiempo disfrutemos de lo que hacemos", apuntaba.
De esta manera, la iglesia de María Auxiliadora se convirtió en el escenario de un concierto único que agradecieron no solamente todo los zamoranos que respondieron a esta llamada solidaria y disfrutaron del singular repertorio, sino también las familias con las que la asociación Compartimos Contigo trabaja, ya que la recaudación irá destinada a estas personas, con especial dedicación a los más pequeños, ya que su lema es "Ningún niño sin comer, sin jugar, sin reír".
