La Seguridad Social ha gastado, entre enero y noviembre, más de cuatrocientos millones de euros en hacer frente a la paga de los cerca de 50.000 zamoranos con derecho a prestaciones financiadas por el Estado. Así se desprende de las cifras que maneja el Instituto Nacional de la Seguridad Social, un dato que confirma a esta institución como el principal "sustentador" de la economía zamorana, algo en lo que tiene que ver el elevado número de perceptores de pensiones teniendo en cuenta la población total de la provincia. En pleno debate sobre el mantenimiento del sistema público de pensiones, la Seguridad Social destina una media de unos 37 millones de euros al mes a costear las pagas públicas, muchos de los cuales van a parar a las pagas por jubilación.

La situación de desequilibrio en el sistema de pensiones es más evidente en Zamora que en muchas otras provincias. Es notorio que el número de cotizantes zamoranos no bastaría, por sí solo, para mantener un sistema como el actual. Si a nivel general se habla de que deberían existir hasta tres trabajadores cotizando para mantener la nómina de los pensionistas, en Zamora hay poco más de uno. 1,16 para ser exactos, la cifra más baja de toda la comunidad a excepción de León.

De hecho, si se analizan los datos del año 2015, últimos que se han cerrado, puede verse como el sistema público de pensiones, a nivel nacional, tiene un déficit de 17.585 millones de euros. Es decir, las cotizaciones de los trabajadores no dan, hoy por hoy, para mantener las pagas tal y como están concebidas. 2.376 de estos millones corresponden al déficit que tiene Castilla y León y, de ellos, 186,2 millones corresponden a la provincia de Zamora. Los ingresos de la Seguridad Social por las cotizaciones de los trabajadores zamoranos en 2015 ascendieron a 255,7 millones de euros, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, mientras que las pagas de los pensionistas superaron con mucho esa cifra hasta alcanzar los 441,9 millones de euros. Un desfase que, comparado con la escasa población de la provincia, es elevadísimo.

Afortunadamente para los zamoranos el sistema de pensiones no hace distinciones entre provincias, lo que indica que las pagas se costean con los resultados de otras provincias en los que el número de cotizantes y pensionistas es más parejo. Sin embargo, en la actualidad el sistema en sí es deficitario, algo que no supone una novedad para una provincia como Zamora, que hubiera sido incapaz de mantener su propio sistema de pagas aun en tiempos de bonanza económica.

La situación ya fue analizada hace días por el secretario general de UGT en Castilla y León, Faustino Temprano, y por el responsable de Salud Laboral, Seguridad Social y Medio Ambiente de CC_OO de Castilla y León, Mariano Sanz Lubeiro, que sentenciaron a Ical que "hoy por hoy el sistema de pensiones no es viable y es preciso alcanzar acuerdos y adoptar medidas desde el consenso de todos, para garantizar su futuro, desde la premisa fundamental de que debe seguir siendo público y solidario. Ambos coincidieron en la necesidad de impulsar el empleo y su calidad para elevar las cotizaciones, pero también en que se acabe con las bonificaciones empresariales y que se pague a los empleados de la Seguridad Social vía presupuestos y no con los fondos de la caja común".

Faustino Temprano defendió que UGT "hará bandera" de este tema y se mostró convencido de que las pensiones "tienen futuro" y el déficit actual "se puede corregir perfectamente". El dirigente sindical reconoció que el sistema ahora ingresa menos porque la contratación de este país se ha precarizado enormemente con una "rebaja sustancial" de los salarios. Así, incidió en que el problema fundamental es de recaudación y se necesita "alcanzar consensos en el Pacto de Toledo" para solventar el problema.

Mariano Sanz Lubeiro advirtió de que "en las actuales circunstancias y parámetros, no es sostenible el sistema de pensiones en España" y es preciso actuar con urgencia en diversos aspectos si se quiere garantizar su futuro. Un sistema imprescindible de caja única, que permite corregir los desequilibrios que se producen de forma más pronunciada en autonomías como Castilla y León, más deficitarias por sus elevados niveles de envejecimiento.

Y con este panorama se enfrentan los pensionistas de Zamora a lo que será, a buen seguro, una subida del 0,25% en las pagas públicas de cara al año que viene. El incremento es el mismo que se viene aplicando desde que el Ejecutivo de Rajoy reformó el sistema de pagas y equivale al porcentaje mínimo que marca la nueva norma, que en la práctica vino a eliminar la correlación existente entre el IPC y el aumento de las prestaciones. Eso sí, este año será el primero (previsiblemente) en el que los pensionistas zamoranos pierdan poder adquisitivo porque, hasta el mes de octubre (último dato disponible) el IPC había aumentado un 0,4% en Zamora.

Teniendo en cuenta la paga media registrada en la provincia, la subida del IPC dejará en los bolsillos de los zamoranos un aumento de 1,88 euros más al mes. Obviamente, al ser proporcional, serán las pensiones más altas las que mayor subida tengan, aunque se está hablando de un porcentaje de revalorización tan bajo que las diferencias son mínimas. Las pagas de los jubilados, que de media ascienden a 849,06 euros en Zamora según los últimos datos del INSS, se verán revalorizadas en 2,12 euros. Las de orfandad, que son las más bajas con una media de 393,04 euros al mes, no aumentarán ni siquiera un euro (98 céntimos) si finalmente se aprueba la subida del 0,25%.