El acceso a las dependencias del Conservatorio Profesional de Zamora representa una utopía para personas con problemas de movilidad por la falta de adaptación del centro que, en varios de sus pasillos, luce un puzle de baldosas fruto de reventones en las tuberías en un edificio construido en la segunda mitad del siglo XX pasar albergar al hospicio de la Diputación.

La odisea de subir por unas estrechas escaleras con un instrumento de gran tamaño la tienen que afrontan a diario muchos de los más de 300 alumnos. "Como no hay ascensor hasta el tercer piso los más pequeños tienen que ser ayudados por sus padres porque un chelo, por ejemplo, pesa para niños de 8 ó 10 años" testimonia el vocal de la AMPA, Ángel López.

En una conversación mantenida en el pasillo hay varios invitados no deseados, el eco y el ruido procedente del interior de una clase "La carencia de insonorización hace que oigas más a la persona que está al lado que a ti mismo y el eco dificulta tocar y escuchar un instrumento. El trabajo de los profesores y el aprendizaje de los alumnos resulta muy complicado", testimonia el representante del alumnado en el Consejo Escolar, Miguel Sans quien menciona que en una encuesta realizada entre los estudiantes, estos "no dan el aprobado" al centro, siendo los mayores defectos "la ubicación", al estar alejado del centro y del propio barrio de los Bloques, y "la insonorización". Además, hay muchas quejas "sobre las dotaciones tanto en ordenadores, la biblioteca como de instrumentos".

Actualmente la biblioteca luce vitrinas vacías y en otras hay textos que poco tienen que ver con la música y no tiene ordenadores. "Se usa más como una sala de lectura" explican desde el Ampa. En las clases, unas con mucha temperatura y otras con casi frío según donde estén situadas en el amplio edificio, todavía pueden encontrarse ventanas de hierro y el mobiliario combina atriles, mesas y sillas actuales y otras de hace décadas a lo que se une la carencia de piano en las aulas salvo en las que se imparte esta disciplina y solo hay dos cabinas de ensayo con piano, "cuando en otros conservatorios de la región hay un piano por cada clase y cada cabina tiene también el suyo".

Entre las peculiaridades del centro local figuran que el conservatorio solo usa la primera y la tercera planta del edificio porque la segunda todavía está en manos de la Diputación y que las propias características del inmueble hace que haya columnas en medio de clases, como sucede en la de canto, o que el auditorio, que era la antigua iglesia, carezca de una zona adecuada para camerino y zona de ensayo, una función que desempeña la que fuera sacristía.

El actual centro "no reúne las condiciones idóneas para albergar un conservatorio y sería muy bueno tanto social como económicamente para Zamora que se construye uno nuevo o bien que se adecuada para la enseñanza musical un edificio existente", declara el director del centro, Juan Luelmo que alude a que del conservatorio "nutre" de músicos a las numerosas agrupaciones musicales de la provincia y que de él hay salido profesionales que trabajaban por todo el mundo. Desde la Ampa abogan por "la construcción de un nuevo edificio" tras el incumplimiento de varias promesas políticas cuando "en esta provincia solo existe este centro", en alusión a León, que opta a nuevo conservatorio en la capital pese a que esa provincia cuenta con otros dos más, uno en Astorga y uno moderno en Ponferrada. "Es insultante que todavía no haya un conservatorio cuando la Diputación pagó casi 4 millones para su construcción tras la cesión de la competencia a la Junta", esgrime Miguel Sans.

Padres y alumnos proseguirán con las concentraciones, comenzadas nuevamente hace un par de semana, hasta que haya una partida económica por parte de la Junta para el nuevo centro.