"No esperaba estas buenas cifras". Así de sincero de muestra el presidente de la delegación zamorana del Banco de Alimentos, Andrés Rincón, ante los excelentes resultados obtenidos en la denominada Gran Recogida, una campaña que se realizada a nivel nacional antes de las navidades para que los ciudadanos donen parte de su cesta de la compra a esta ONG. La generosidad de los zamoranos ha logrado que la ciudad sea una de las pocas del país que ha logrado superar lo reunido el pasado año. Exactamente en tres mil kilos más de alimentos, lo que suma una cifra total de 35 toneladas de comida.

En contra de estos buenos resultados estaba, entre otros factores, el reciente cierre de la gran superficie de Eroski "que era uno de los lugares donde más recaudábamos en ediciones anteriores", recuerda el presidente. Sin embargo, poco se ha notado esta ausencia, ya que el número de establecimientos colaboradores -tanto en la capital como en Benavente- ha aumentado hasta los 25 supermercados. "En el caso concreto de Benavente, este año hemos pasado de tres a una decena", agradece Rincón.

De esta manera, las cerca de diez toneladas que habitualmente están almacenadas en las instalaciones de la delegación zamorana se multiplican en estos días por tres. Una cantidad que también hay que agradecer a los más de trescientos voluntarios que durante dos días estuvieron al pie del cañón en las tiendas instando a los clientes a colaborar y colocando todas las donaciones en cajas. "Sin los voluntarios habría sido imposible llegar hasta donde hemos llegado", agradece Rincón.

Ahora llega la segunda parte de este voluntariado, una vez recolectados todos los productos en el almacén de la asociación. Una labor que realizan una docena de colaboradores. "Todos los productos se clasifican por especie y se miran su fecha de caducidad. Si hay alguno deteriorado se retira, aunque aquí llegan productos de primera calidad, porque vienen directamente de los supermercados", explica.

Como es habitual, la pasta y el arroz son dos de los productos más habituales, pero también se llenan los cajones de legumbres, galletas, aceite, leche, harinas, mermeladas, café y hasta productos de aseo personal o limpieza, además de alimentación infantil y pañales. "Menos dinero, en este banco hay de todo", bromea.

De toda esta mercancía se beneficiarán las 2.100 personas que el Banco de Alimentos atiende en la provincia. "Las asociaciones y algunas parroquias son las que se acercan para recoger los alimentos que llevarán a las familias que atienden. Nosotros también ayudamos a algún convento, que también lo está pasando mal", desvela el presidente.

Entre los alimentos, debido a las próximas fechas festivas, también se encontraban dulces navideños, aunque no suficientes para ir en los repartos de todas las familias usuarias. A este respecto, Rincón aprovecha para hacer un llamamiento a aquellas empresas que quieran colaborar con el Banco de Alimentos. "Aceptamos todo tipo de turrones, aunque sean de marca blanca, para que todos los zamoranos puedan este año celebrar la navidad como se merece", invita para finalizar.