La Guardia Civil realizará una campaña especial durante los próximos días para revisar el uso de cinturones de seguridad en los autobuses escolares que operan en la provincia de Zamora. Una iniciativa que nace de la Dirección General de Tráfico y cuyo objetivo es que los niños que se trasladan al colegio en este tipo de vehículos lo hagan con garantías. Por ello, desde el Ministerio del Interior recomiendan a los padres que exijan a los centros la contratación de autocares con los pertinentes y obligatorios sistemas de seguridad, además de cerciorarse de que un monitor está siempre vigilante hacia los pequeños durante el trayecto.

La nueva campaña de la Dirección General de Tráfico en materia de autobuses escolares no se limitará exclusivamente a los aspectos administrativos. Agentes de la Guardia Civil trabajarán durante los próximos días en las carreteras de la provincia de Zamora para verificar que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso, los tiempos de conducción y el descanso.

Debido a la importancia del cinturón de seguridad, no obstante, será este el principal control que realizarán los agentes. "La Guardia Civil de Tráfico prestará especial atención al uso de estos sistemas de protección en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados", explican desde la Dirección General de Tráfico. Pero también consideran que los padres de los alumnos y alumnas de la provincia de Zamora deben implicarse para evitar contratiempos. "Los padres deben comprobar la seguridad de los autocares en los que se desplazan sus hijos, solicitar al centro la contratación de autocares con cinturones y comprobar que un monitor acompaña a los niños durante el trayecto", analizan desde la Subdelegación del Gobierno en la capital zamorana.

Igualmente, Tráfico lanza también una serie de mensajes que los padres deben transmitir a los hijos, como no pararse nunca detrás del autobús, esperar la señal del conductor y cruzar tres metros por delante, o mantenerse siempre sentado en el interior del vehículo.