Después de 32 años al frente de su negocio y de hacer gala de un fuerte carácter, ni el aluvión de críticas amedrenta a Sole Álvarez, protagonista indiscutible de Pesadilla en la cocina. En su café, un domingo por la mañana, reflexiona sobre el programa de La Sexta que marcó un récord de audiencia.

-¿Qué le pareció Pesadilla?

-El contenido me parece brutal hacia mi persona. No hacía más que preguntarme dónde estaban los comentarios que motivaban mi actitud y la conclusión es que no interesaba emitirlos. El programa es fuerte y llega casi a desequilibrarte.

-Récord de audiencia de la temporada. Se debe de pasar mal siendo el protagonista, ¿verdad?

-Lo pasé un poquito mal durante la emisión. Lo vi con mi hija y lo pasé mal por ella, porque sabe que no soy así. No comentamos nada ni antes, ni durante ni después.

-¿Se arrepiente de haber aceptado?

-No. Soy una persona muy curiosa. Al ver los programas, me preguntaba si eso era verdad o mentira. Pero al aceptar, claro que sabía que estaba jugando con un arma de doble filo. Podía volverse todo en mi contra, pero nunca pensé que cuando alguien viene a echarte una mano, actúe de la forma que actuó. Por ejemplo, la entrevista que mantengo con él dura tres cuartos de hora y hay muchas cosas que no salen.

-¿Qué ha echado en falta?

-Apoyo. Lo tuve el primer día de grabación, pero en el segundo ya me di cuenta que se iban a centrar en mí.

-¿Usted volvió a tener algún contacto con Chicote después de irse del local?

No. Él se marcha, yo me apoyo en el frigorífico y me digo: "Por fin se acabó esta tortura". Cuando yo no le digo expresamente que se quede y le respondo eso de "no he dicho lo contrario", él reacciona con tres comentarios, a mi modo de ver, muy desagradables. Yo les había advertido antes de empezar que no permitiría que se hicieran comentarios personales.

-¿Qué le parece que los guionistas vieran un filón en su temperamento?

-Estoy totalmente defraudada. Al ver cómo se desarrollaban las grabaciones, hubiera dado marcha atrás, pero tienes un compromiso y no puedes hacerlo. Al final, en mi caso, han incrementado el problema, porque los comentarios en Twitter y Facebook son bestiales, incluso hablando de acciones físicas.

-¿Chicote la ha engañado?

-Sí, me siento engañada, aunque me dijo que quien le había engañado fui yo. Yo lo pasé muy mal el martes y el viernes, el último día, tenía previsto reaccionar de una forma determinada. Pero finalmente, fui fría y decidí tirar para adelante?

-¿Qué estuvo a punto de hacer?

-No puedo comentarlo?

-¿Iba a despedir a alguien?

-Sí?

-¿Al cocinero?

-No voy a hacer ningún comentario más, pero el "trending topic" hubiera sido mayor. En todo caso, cualquier persona con sentido común puede darse cuenta de que hay imágenes cortadas, pensadas para que digan lo que ellos quieren. Es una farsa.

-¿Es una farsa Pesadilla?

-Sí. Yo respondo a algo, pero ¿dónde está ese "algo"?

-El programa se grabó hace un año, ¿cómo le ha ido desde entonces?

-Bien.

-¿Y desde el jueves?

-Bien, lo que pasa es que siempre hay gente curiosa. El morbo es el morbo. Hay gente que viene a ver si sigue el mismo personal, lo comprueban y aún así preguntan. Yo lo pregunto a la gente de Facebook y de Twitter: ¿Han pensado por qué el personal que tengo desde hace dos años sigue conmigo?

-¿La gente le ha dicho algo por la calle?

-Nada. Lo mismo temen que les muerda.

-¿No ha sentido miedo?

-Yo tengo mucho orgullo, en el buen sentido. Lo que he conseguido en la vida ha sido a base de mi esfuerzo y del esfuerzo del personal. Yo no soy ese ogro que ha creado Chicote. Me siento con los empleados, soy dialogante.

-¿Qué le diría a Chicote?

-Le diría que, antes de nada, debería ser psicólogo. Que ayude, que no destruya. Yo no he merecido lo que me ha hecho, pero allá él. Sí les digo a los restaurantes que participen en Pesadilla que se pongan una coraza y que no se dejen destruir por las formas de Chicote. Quiero pensar que él tiene una parte humana, aunque aquí haga un papel.

-¿Qué le dice a toda esa gente que la acusan de haber proyectado una mala imagen de Zamora?

-En Zamora hay cosas mucho más importantes por las que preocuparse que por un programa de Chicote. Todo eso que se ha hecho en Facebook y Twitter deberíamos emplearlo en defender Zamora. Yo me considero zamorana y a veces me avergüenzo de la actitud que tenemos aquí.

-Tiempo después, la llamaron de Pesadilla para volver?

-Sí, me sorprendió. En su momento, les dije que no. Ahora no tendría ningún inconveniente.

-¿Recibiría a Chicote?

-Tengo una conversación pendiente con Chicote y no me importaría tenerla. Sobre todo, soy persona.