El Ayuntamiento de Zamora investiga si el tramo de siete metros de muro derribado en la confluencia de las calles de Los Herreros y Alfonso XII es de propiedad municipal o si, por el contrario, pertenece al dueño de la finca situada bajo el precipicio. La Concejalía de Urbanismo trabaja en dilucidar esta cuestión mientras intenta solucionar a la mayor celeridad posible las consecuencias del derrumbe producido a principios de esta semana en la zona. Por el momento, los presupuestos que han llegado a las oficinas municipales de la calle de Santa Ana rondan entre los 80.000 y los 90.000 euros. En función del resultado de las pesquisas, habrá que resolver si las arcas municipales se hacen cargo del arreglo, si lo hace el posible propietario o si se hace de manera subsidiaria.

El muro de Los Herreros comienza a convertirse en la historia del nunca acabar. Hace exactamente seis años que se procedió a la reconstrucción de un tramo derrumbado en la misma zona donde ahora se han precipitado los cascotes. Antes de que eso ocurriera, la pared de hormigón recubierta en piedra tuvo que esperar otros seis años para que se actuara sobre ella. No fue hasta el año 2010 cuando el anterior equipo de Gobierno decidió, por la vía del contrato menor, procedió a levantar nuevamente el lienzo que se había caído. Hoy, seis años después, la situación se ha vuelto a repetir exactamente en el mismo tramo de la calle de Los Herreros.

A lo largo de esta semana, operarios municipales han trabajado en vallar y sellar bien la zona para evitar posibles peligros tanto para peatones como para vehículos. No hay que olvidar que se trata de una zona de gran actividad durante el fin de semana donde se concentran centenares de personas, con el riesgo que eso puede ocasionar. Por esta razón, el Ayuntamiento de Zamora ha comenzado ya a recabar presupuestos para el arreglo del tramo de muro cuanto antes. Unos trabajos que pueden ascender hasta los 90.000 euros. Quién la pague, por el momento, es lo que las investigaciones de la Concejalía de Urbanismo tendrán obligación de dilucidar.