Con el objetivo de rehabilitar y adecentar las Aceñas de Olivares y sus ingenios hidráulicos, el Ayuntamiento de Zamora llevará a cabo un proceso de recuperación de la maquinaria en base a un proyecto elaborado por el arquitecto zamorano Pedro Lucas, actuación que fue presentada ayer por el concejal de Turismo Christoph Strieder. "Queremos fomentar la visita a las aceñas, que pueden y deben convertirse en un atractivo turístico más de la ciudad", apostilló el edil. El presupuesto de la actuación, detalló Strieder, es de 60.000 euros y el plazo de ejecución previsto es de tres meses. Los trabajos empezarán, siempre que lo permita el estado de las aguas, en unas dos semanas.

El proyecto incluye la reparación de los ejes, la maquinaria, y la sustitución de elementos fundamentales de los tres ingenios clave de las aceñas de Olivares: el batán, el martillo pilón y el molino harinero. Además, se sustituirán las losas sueltas por otras en buen estado, se revisarán las barandillas de seguridad y se tratarán los elementos de madera del exterior de las aceñas con un producto que los proteja de la humedad y de los rayos ultravioleta. También, detalló Strieder, se sustituirá el mecanismo de apertura de las compuertas que regulan la entrada del agua, instalando un sistema manual similar al que existe en las aceñas de Cabañales, con lo que se retirará el sistema mecánico instalado hace unos años y que apenas ha funcionado, pues se inundaba y, tras repararlo una vez, se mantiene en mal estado. "Actualmente las compuertas están a medio abrir, que es el peor estado posible porque dejan pasar el agua y reciben toda la maleza que lleva el río, lo que las deteriora".

El concejal de Turismo aprovechó la presentación de los trabajos de reparación que se llevarán a cabo en las aceñas para criticar el "estado de abandono" en el que el actual equipo de Gobierno municipal se ha encontrado el edificio. "Las hemos recibido en un estado calamitoso como consecuencia tanto del abandono y falta de mantenimiento como por los defectos del proyecto de recuperación que se llevó a cabo en su día", entre los que reseñó la instalación de los motores eléctricos para la apertura de compuertas en los tajamares, lo que originó que se deterioraran con las primeras crecidas del río, algo que impide que las compuertas se puedan abrir o cerrar.

El objetivo de la actividad, detalló Christoph Strieder, es "recuperar estas instalaciones como un recurso turístico importante para la ciudad y como ejemplo de una actividad preindustrial que fue interesante en su época. Las aceñas", confió el concejal, "pueden cumplir también una función pedagógica y educativa con la promoción de visitas turísticas y de grupos escolares". Strieder detalló que su concejalía pretende impulsar esta actividad para presentarla formalmente a los potenciales turistas en la próxima edición de la feria de turismo interior Intur que se celebra en la localidad de Valladolid.

El proyecto se intentará llevar a cabo en los próximos meses, con cierta premura, en lugar de hacerlo en verano, cuando las condiciones del río se antojan más favorables. El concejal argumentó que el deseo del Ayuntamiento es realizar los trabajos con cargo al presupuesto municipal de 2016 y que, de cara a la llegada del buen tiempo, las aceñas puedan ser ya explotadas como un recurso turístico de importancia para la ciudad.