Nuevo Gobierno, pero antiguas reivindicaciones. El Ejecutivo que anunciará mañana jueves Mariano Rajoy, el que se enfrentará a una de las legislaturas más delicadas de la historia reciente española, se enfrentará a varios temas pendientes que los distintos gobiernos han dejado "olvidados" en Zamora.

Quizás la obra más importante, y la que tiene más garantías para prosperar y dar un paso decisivo durante los próximos años, es la de la Alta Velocidad FerroviariaAlta Velocidad Ferroviaria. Aunque los plazos recientemente publicados para la instalación del cambiador de ancho y el avance de la alta velocidad hacia Sanabria hacen imposible que toda la provincia cuente con alta velocidad antes de diciembre -fueron los plazos prometidos por la anterior ministra de Fomento, Ana Pastor- todo indica que la obra, aunque más despacio de lo estipulado, avanza. De hecho, los planes del Gobierno siguen intactos: AVE en Galicia en 2018. Es decir, de cumplirse las promesas, los zamoranos podrán viajar por alta velocidad ferroviaria tanto hacia Galicia como hacia Madrid -ya se puede- a dos años vista. No se puede olvidar tampoco, en el tema ferroviario, que el concurso para la construcción de la estación de Sanabria todavía no ha visto la luz, una obra que en principio supondrá algo más de cuatro millones de euros.

También relacionadas con la cartera de Fomento están las obras pendientes en las carreteras que discurren por Zamora. El nuevo ministro o ministra tiene aquí dos grandes temas pendientes. Primero, la culminación de la A-11 entre Zamora y la frontera con Portugal, un tramo que requiere todavía tramitación ambiental para su ejecución. El Ministerio consideró a principios de año que disponía de financiación en los presupuestos de 2016 para licitar las obras de dos tramos. Por un lado, tenía previsto lanzar el concurso del nuevo vial entre la Ronda Norte de la capital zamorana y Ricobayo, unos 17,2 kilómetros, que tienen un presupuesto estimado de 70,7 millones y, por otro, abrir el expediente de contratación de las obras entre Alcañices y San Martín del Pedroso, en el límite de la frontera lusa. Estos 16,6 kilómetros de la Autovía del Duero tendrán un coste de 116,9 millones. Por otra parte, es de esperar que Fomento siga adelante con la tramitación de los proyectos de otros dos tramos de la A11 en la provincia zamorana: Ricobayo-Fonfría (20,2 kilómetros y 78,8 millones.) y Fonfría-Alcañices (20,2 kilómetros y 73,1 millones). La Junta ya ha asegurado en repetidas ocasiones que pedirá al Ejecutivo central un impulso decidido a una infraestructura que se considera clave para la vertebración del territorio en la comunidad y que vendría a recorren, de este a oeste, toda la región.

Tampoco se puede olvidar la situación de la N-631, que ha vuelto a saltar a la actualidad por el incremento de los accidentes con fauna en las últimas fechas. Junta y Gobierno se pasan la pelota sobre su situación, pero lo cierto es que es una vía de titularidad estatal. Aunque la oposición pide que se desdoble la vía, el vallado es otra opción para mejorar la seguridad.