Los vecinos del Casco Histórico de la capital zamorana se han visto sorprendidos por el estado de la barandilla que sirve de apoyo en las escaleras que bajan del parque de San Martín a la entrada del aparcamiento subterráneo. El mobiliario urbano amaneció en la jornada de ayer completamente destrozado, con dos de las sujeciones fuera de su lugar y el soporte notablemente inclinado, con el consiguiente peligro que ello conlleva. Suciedad, botellas y vidrios en la parte superior del parque dejaron constancia matutina de lo que allí había ocurrido por la noche. Un botellón que los vecinos denuncian con insistencia cada fin de semana.