Una ocupación del 100% en los hoteles de la capital en la noche del sábado ofrece en la capital uno de los mejores registros turísticos de este mes, gracias al puente de Todos los Santos, que ha acercado a Zamora a cientos de turistas, que se podían ver ayer -en familia o en grandes grupos- paseando por el casco antiguo de la capital u ocupando muchos de los bares y restaurantes de la ciudad. El presidente de la Agrupación Zamorana de Empresas para la Promoción Turística (Azamtur), Fernando Calderón, añadió que la ocupación había alcanzado el 90% en la noche del viernes, mientras que el dato se "desinflará" en los siguientes días, según avance el puente.

Calderón reconoció que este fin de semana en la ciudad "se nota un ambiente especial, gracias a la gran afluencia de turistas" y que los excelentes datos de ocupación están siendo algo habitual desde principios de junio. "Ha sido un verano especialmente bueno en este sentido y se está manteniendo durante los meses de septiembre y octubre", subrayó.

Una de las razones principales para la continuidad de los buenos datos está, sin duda, en el mantenimiento de las buenas temperaturas. "Por supuesto, el tiempo es un factor a nuestro favor, aunque hay que añadir también que Zamora es un destino de interior muy atractivo en los meses de otoño", precisó.

Desde la oficina de turismo de la plaza Arias Gonzalo, en pleno corazón del casco antiguo, tan solo en la mañana se ayer se contabilizaron casi 350 solicitudes de información. "Es un goteo constante de turistas", afirmaba una empleada del centro.

La provincia era el objetivo de la mayoría de los visitantes que aprovechan todos los días del puente de los Santos para descubrir esta zona. Aparte de Toro y la exposición sacra de Las Edades del Hombre, otro de los lugares por los que más preguntan es por los Arribes del Duero, por lo que arte y cultura se mezclan en sus días de descanso.

Para aquellos que Zamora se ha convertido en destino a más corto plazo estos días, -donde permanecen solo el fin de semana- la capital es su único objetivo. "Se dejan mucho aconsejar sobre los sitios que pueden ver, pero siempre preguntan por la zona de los pinchos y piden consejo sobre los bares a los que pueden acudir", aseguraban desde la oficina de turismo. Sobre el plano de la ciudad, cada uno de los visitantes se lleva marcados no solo las iglesias que están abiertas al público estos días, sino también los museos que pueden visitar para ampliar su conocimiento de la historia y costumbres de Zamora, así como las zonas donde el modernismo manda, más allá del clásico románico.