El cambio climático, el fenómeno negado durante años y que todavía hoy se cuestiona desde algunos ámbitos, no solo está detrás de la pérdida progresiva del casquete polar. El calentamiento global extiende sus efectos a algunos moradores tan importantes del planeta como las propias abejas y se deja notar en el equilibrio de nuestro ecosistema. Ahora sabemos -o al menos es lo que apuntan los expertos micólogos- que la prolongación de las estaciones está afectando igualmente al nacimiento de las setas. En Zamora, después de dos campañas extraordinarias llega una que será "mala" debido a un verano excesivamente largo, escasas lluvias y un escaso margen temporal antes de las primeras heladas previstas para el mes de noviembre.

"Todo obedece a un cambio climático que cada día es más evidente. Normalmente, a finales de agosto ya se dan los primeros días que anuncian otoño y este año no ha sido así". Son palabras de Pedro Pérez, presidente de la Asociación Micológica Zamorana, el colectivo con mayor número de socios de Castilla y León. "No hay que viajar al Polo Norte para comprobar que esto es así. Hace veinte años había boletus por todas partes. La situación actual es distinta", detalla el responsable.

A solo tres días para que finalice el mes de octubre, los micólogos saben que la racha de los dos últimos años se romperá. "La campaña se presenta muy mal: las lluvias esperadas al final del verano no se han producido y el campo no está listo para la recolección masiva de todos los años", analiza la asociación. El hecho más evidente de la situación actual es que "en Sanabria (comarca especialmente rica en hongos) ni siquiera se habla de setas todavía".

Las consecuencias son palpables: se avecina una temporada prácticamente en blanco. "Desde el punto de vista científico, el que a nosotros nos preocupa, este año será uno más, aunque se notará en una menor diversidad de los ejemplares que mostramos en la exposición. Desde el punto de vista industrial tendrán que ser los empresarios quienes hagan una valoración", expone Pedro Pérez. Lo que sí es evidente, ante la escasez de ejemplares, es la consecuente subida de precio del producto.

Ante la llegada del frío, los micólogos temen que el tiempo de recolección se reduzca de forma drástica. "Casi no habrá tiempo" para salir al campo antes de las primeras heladas, avanzan. De momento, los recolectores observan la evolución del campo para poder iniciar la campaña.