La reestructuración financiera provocada por la crisis ha acabado con 57 oficinas bancarias en Zamora desde 2008, un sector que en la actualidad se enfrenta al reto que plantean las nuevas tecnologías, un arma de doble fijo para la atención al cliente en una provincia y una comunidad autónoma tan extensa como Castilla y León, tal y como recoge la agencia de noticias Ical. El dato regional se eleva hasta el casi millar de casos, si bien la radiografía autonómica perfila a Zamora como la menos castigada de la región al situarse a la cola de las pérdidas. Los datos que manera el Banco de España son concluyentes en cuanto al impacto de la concentración y la absorción de las antiguas cajas de ahorros de la comunidad. Así, si en junio de 2008 prestaban servicio 3.196 oficias, en el mismo mes de este año estaban operativas 2.207, un 30,4% menos, con el cierre de 962 sucursales. En el caso concreto de Zamora, en junio de 2008 en la provincia había 253 oficinas frente a las 196 de este año, es decir, casi un 23% menos.

En cualquier caso, las clausuras fueron menores que las registradas en el ámbito nacional, donde en el periodo de estudio desaparecieron 15.833, con una merma del 34,4%, hasta un total al cierre del primer semestre del año de 30.207, cuatro puntos más que en Castilla y León, donde la extensión geográfica y la dispersión poblacional condicionan la expansión bancaria, según los datos de Ical. Un escenario al que se suman hoy nuevos ajustes anunciados desde entidades bancarias como el Santander, el BBVA y el Banco Popular, bajo la nueva forma de prestación de servicios tradicionales en la era digital. Sin embargo, los grandes grupos en los que se integraron las antiguas cajas regionales expresan su compromiso por el medio rural, aunque asumen su apuesta por los nuevos canales y la atención financiera personalizada.

Por provincias y siempre según los datos de la autoridad monetaria española, el número de oficinas se contrajo en Ávila (137), un 36%; en Valladolid (395), un 35,4%; en Burgos (373), un 32,1%, en Segovia (140), un 32%; en Palencia (149), un 34,1%; en Salamanca (287), un 29,7%; en León (418), un 24,5%; en Soria (112), un 24,3%, y en Zamora (196), un 22,5%.

Fuentes de EspañaDuero explicaron a Ical que la banca irá adaptando progresivamente su comportamiento a las nuevas demandas de los clientes y defendieron que la racionalización en la era digital "debería ir acompasada con las necesidades comerciales y de servicios". Desde CaixaBank incidieron en que, aunque la tecnología y la innovación son esenciales, "no se puede abandonar a los clientes de más edad o de un entorno rural". En el caso de Bankia, representantes consultados por Ical expusieron que "por mucha virtualidad a la que asistamos, las personas seguirán siendo claves".