El plazo medio de pago de facturas a los proveedores del Ayuntamiento de Zamora se situó durante el pasado mes de septiembre en 13 días. Una cifra que se encuentra por debajo de los 30 días marcados por la Ley de Morosidad y muy alejada de los 43 días de media con los que arrancó el año la misma institución. A lo largo de 2016, el Consistorio zamorano ha experimentado una evolución a la baja en este concepto, desde los 43 días de enero, 29 de febrero y marzo, 19 de abril y los 13 de septiembre. Por el camino ha habido picos (36 días en mayo y 24 en junio) y también cifras que no se ajustan a la realidad, como los dos días de media en agosto, un mes de poca actividad.

La situación, según apuntan desde el Ayuntamiento, "permite acometer importantes actuaciones como inversiones sostenibles con cargo al superávit del año 2015, que de otra manera deberían destinarse en su totalidad a la amortización de la deuda". Asuntos tales como el asfaltado de calles, el arreglo de caminos rurales o el cambio de la pista en el Ángel Nieto.