"Implantar sistemas de monitorización y control de copias realizadas en fotocopiadoras e impresoras y del consumo de papel en el 100% de los edificios administrativos. Reducir el número de impresoras individuales a menos del 10% del total de equipos de impresión e imagen existentes. Configurar el 100% de los equipos de impresión en modo ahorro energético y opción blanco y negro". Son tres de las medidas concretas que figuran en el apartado de ahorro de recursos y reciclado, dentro del acuerdo 64/2016, de 13 de octubre, de la Junta de Castilla y León, por el que se aprueban medidas en materia de desarrollo sostenible en la Comunidad.

La Junta trata de aplicarse a si misma medidas de desarrollo sostenible y contra el cambio climático y la reducción de las impresiones parecen ir en esa dirección.

Aparecen también otros apartados curiosos, como el referido a la movilidad externa, que habla de "realizar diagnósticos de la accesibilidad en transporte público o bicicleta en los edificios administrativos" y de "establecer acuerdos de colaboración con los Ayuntamientos de las nueve capitales de provincia para la mejora de la accesibilidad en transporte público o vehículos limpios a los edificios públicos".

Otros objetivos son "conseguir en 2020 un ahorro del 20% en el consumo de energía (electricidad, gasóleo, gas natural) de los edificios y vehículos de la Administración de la Comunidad de Castilla y León". O lograr, para ese mismo año "un aporte de energía renovable que suponga un 20% del consumo energético de los edificios", además de elaborar un Plan Autonómico de Compra Verde.