"Era incomible, como un ladrillo, pero la gente lo comía porque creía en la filosofía de la producción ecológica". Así recuerda Francisco Javier Carbajo Otero la primera vez que probó el pan ecológico. Fue en una feria en Madrid a finales de los años 70, "cuando todo este movimiento empezó entre unos pocos con relativa fuerza pero sin saber muy bien en qué dirección caminaba". Casi cuatro décadas después, el empresario recoge el premio al mejor operador ecológico de Castilla y León en representación de Carbajos Hermanos, radicada en Cerecinos de Campos.

Carbajo forma parte de la tercera generación de una empresa que nació en 1886 y que vio en los años 90 una oportunidad de negocio a través de la Harina Tradicional Zamorana. El órdago lo echaron con un viejo molino, "una preciosidad cuya virtud es su molienda suave, nada enérgica y que respeta las propiedades del cereal". Como contrapartida, "la ratio de producción es cuarenta veces menor que la de un molino moderno, un coste elevado pero que ofrece un producto saludable".

El premio ha sido para Carbajo Otero "toda una sorpresa y un reconocimiento que agradezco en el alma, estoy como en una nube", reconoció durante la entrega del reconocimiento de manos de Mayte Martín Pozo, acompañada del diputado de Agricultura, José María Nieto. "No sé si lo merecemos o no, pero si nos lo dan... será por algo", dijo con humildad en plena inauguración de Ecocultura.

Carbajo Otero habla sin darse importancia, como si no fuera uno de los responsables directos de la evolución y progreso de una de las empresas más reconocidas en Castilla y León gracias a su molino de molturación. La instalación, de cuatro parejas de piedras en un edificio centenario anejo a la fábrica, ha implicado un proceso de rehabilitación "con muchas dificultades técnicas pero que nos llena de orgullo".

Llevan más de medio siglo moliendo los trigos de la vieja Castilla, aunque en la última década han derivado la actividad industrial hacia productos más diferenciados. Iniciaron el camino con Harina Tradicional Zamorana y en sus instalaciones se realizan los procesos de recepción, mezclado y envasado de esta harina amparada por el marchamo de marca de garantía. El apellido Carbajo siempre ha estado ligado al sector harinero. Dos ramas de la familia continúan en activo y en una de ellas se posiciona Carbajo Hermanos. A pesar del paso del tiempo, los Carbajo fueron unos visionarios: "Esto de la ecología... yo lo tomé hace muchos años y parece que ha resultado bien".