Más de un millón de puntadas entre las 69 estrellas de las dos caras y el símbolo de Ave María lleva la nueva cubierta del patio de la Virgen de los Clavos, realizado por la firma del zamorano Joaquín Ramos para la Real Cofradía del Santo Entierro.

Las inclemencias del tiempo y más de cuatro décadas de uso habían hecho mella en la anterior pieza, por lo que tras contar con el respaldo de la asamblea general, la junta directiva encaró su renovación. "Hicimos gestiones en talleres de bordados en Sevilla y Córdoba y un hermano se ofreció a hacerlo con un coste mínimo para el Santo Entierro", concreta el presidente de la cofradía, Graciliano Hernández.

Entre las novedades de la cubierta figuran que las estrellas están ejecutadas en hilo de oro, no son aplicaciones como en la anterior, y la recuperación de dos filas de astros, de tal forma que el palio "se verá más nutrido al procesional".

Joaquín Ramos realizó numerosos bocetos y pruebas que presentó a los directivos del Santo Entierro antes de comenzar a bordar la pieza que mide 3 metros de ancho por 2,60 de alto y ha sido realizada en terciopelo alemán, "el mejor que existe de 420 gramos por metro cuadrado", e hilo de oro. Además, en la parte interior el bastidor lo han forrado "con tela de percal" una novedad frente al anterior. Al recubrir el armazón "además de preservar el terciopelo queremos conseguir una mayor solidez de la estructura durante la procesión", explica el empresario textil y bordador que ha realizado otros encargos para Silencio, Nazareno de Zamora y de Villaralbo o Tercera Caída, entre otras cofradías.

Tras forrar el bastidor, que ha supuesto dos meses de trabajo de los seis del conjunto de la labor, el semanasantero y cargador de Conducción encaró el bordado de las estrellas. "Cada una está hecha a máquina de manera individual y tiene un relieve logrado a mano", precisa Ramos que subraya que "el tejido va tensado y muy ajustado, aspecto que hemos tenido que tener muy presente a la hora de distribuir las figuras". A la realización de las 69 estrellas situadas de manera equidistante en las dos caras, le sucedió la plasmación en hilo de oro del símbolo de Ave María, un diseño basado en el dibujo tradicional "pero con ciertos cambios que provocan que el conjunto sea homogéneo", describe el profesional. Además, los agujeros para introducir los varales están perfectamente hechos con un soldador porque "el terciopelo quede rematado y quemado a la vez", describe Ramos que en breve situará la pieza a la Virgen, aunque tendrá que desplazar la tela "en el vehículo de San Fernando dado que no entra en ninguna furgoneta", comenta entre risas.

A mayores la parte más exterior dispondrá de una funda mientras que la imagen esté en el Museo para evitar que se ensucie.

Económicamente el empresario dona la mano de obra a la cofradía, que solo costeará los materiales. "Soy hermano del Santo Entierro, sé de su precaria situación económica, pero ante todo semanasantero y creo que todos tenemos que arrimar el hombro" manifiesta al tiempo que añade: "El sector empresarial zamorano tendría que estar con la Semana Santa porque somos muchos los que nos aprovechamos de la Semana Grande y deberíamos de estar sensibilizados".

El Viernes Santo la Virgen de los Clavos desfilará por las calles zamoranas con un palio más enriquecido.