Zamora cuenta ya con una Asociación de Laringectomizados, entidad que nace con el objetivo de ayudar a todas las personas operadas que, normalmente, necesitan mucho apoyo sobre todo en los primeros momentos, ya que es preciso un largo aprendizaje para aprender a respirar, comer y hablar. Benigno Álvarez es el presidente y Cayetano Domínguez en secretario de una Asociación que está realizando los trámites para poner su sede en una parte del local del club de jubilados de las Tres Cruces. La Asociación ya tiene página web (www.alaza.es), una dirección de correo electrónico (asolaringaza@gmail.com) y dos teléfonos de contacto (606 917 830 y 618 327 879).

-¿Cuál es el objetivo de la Asociación?

-La intención de la Asociación es animar a las personas que están o pueden estar en nuestra situación, para apoyarles moralmente y ayudar en lo que podamos, porque esta secuela no es ningún impedimento para poder llevar una vida normalizada.

-¿Con qué actividades?

-Se trata de proporcionar ayuda moral y psicológica a los enfermos y familiares. Pretendemos hacer logopedia y foniatría para que los pacientes puedan conseguir hablar como lo estamos haciendo nosotros, porque tenemos a mucha gente sin hablar. Nuestra intención es poder programar conferencias, charlas sobre la limpieza de las cánulas, de prótesis, o cursos con unos monitores para resolver problemas que nos pasan, cómo comer, hablar o respirar.

-¿Están teniendo apoyos para realizar su labor?

-Tenemos detrás a todo el equipo profesional y humano de Otorrinolaringología del hospital Virgen de la Concha. En la página web destacamos algunos, como la jefa de servicio, la doctora Soledad Suárez, el anterior jefe, José Luis Blanco o la foniatra Elvira Santos, pero en general es todo el equipo al completo. También desde las instituciones estamos encontrando apoyo: ya estamos trabajando con la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento y tenemos también reuniones previstas con Diputación y Junta de Castilla y León.

-Los laringectomizados son, básicamente, personas que han tenido cáncer de laringe.

-Si. En algunos casos son tumores más agresivos y otros menos, pero sin entrar en profundidades de tipo médico, así es. Nos suelen quitar la laringe, las cuerdas vocales y la zona de la garganta, por lo que necesitamos un tubo en el esófago para comer y otro en la tráquea para respirar. Dicho así puede asustar, pero la realidad es que este condicionante no impide llevar una buena calidad de vida.

-¿Por qué es importante contar con apoyo de otros pacientes?

- (Responde Cayetano Domínguez). Yo llevo dos años y ocho meses operado y me pusieron en contacto con Benigno, que lleva trece años operado. El apoyo de otros enfermos es importante, porque podemos transmitir con nuestro propio ejemplo como puede ir evolucionando la persona recién operada.

-¿Cuesta aprender a hablar?

-Yo estuve doce meses sin hablar. Me comunicaba escribiendo y lo hacía más que Cervantes con El Quijote. En el momento en que el especialista te comunica la enfermedad que tienes y que tus cuerdas van a desaparecer te hundes, porque te quedas sin comunicación. Y tienes que empezar un largo aprendizaje con la logopeda y la foniatra: primero vas diciendo monosílabos, luego palabras de seis sílabas, frases cortas y así vas avanzando

-¿Es fácil detectar la enfermedad, el primer diagnóstico?

-(Responde Cayetano). Depende del desarrollo que tengas. Lo mío fue, como le ocurre a casi todo el mundo, afonía. El médico de cabecera vio que no remitía, me mando al especialista y aquí mismo en Zamora me hicieron todas las pruebas. Tenemos el mejor equipo de España entera, tanto profesional como humanamente es extraordinario.

-¿Y tras la operación?

-Lo primero respirar, después comer y después hablar. Respiramos por la tráquea, por eso damos los cursos de cánula y prótesis, porque tenemos que limpiarla dos o tres veces al día. Llevamos un pañuelo al cuello no solamente por estética, sino para impedir que entren la mayor parte de las bacterias, ya que no filtramos al impurezas del aire, lo metemos directamente a los pulmones. También hay que aprender a comer sólido, porque al principio te duele al tragar, pero con el tiempo va funcionando. Y luego, aprender a hablar. Es un proceso muy largo.

-¿Les entiende bien la gente?

-Es importante que no nos interrumpan cuando hablamos ni fingir que nos han entendido cuando no es cierto; es mejor que nos lo digan: "No te he entendido". Como utilizamos un todo de voz moderado la gente nos suele hablar excesivamente alto, sin darse cuenta de que somos laringectomizados, no sordos. Son parte de lo que llamamos "reglas de oro" ante un laringectomizado.

-Se están dando a conocer, pero ¿la Asociación tiene ya muchos socios?

-Somos unos treinta en la capital, aunque hay mucha más gente laringectomizada. Pretendemos asentarnos y ayudar también a las personas de la provincia y que haya sede también en Benavente. Estamos en contacto con otras asociaciones de laringectominzados, como la de Valladolid o la de León, que tiene hasta coro.