La visita exprés que la socialista Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, realizó a Zamora para mantener una reunión política en un municipio de la comarca de Benavente, con una absoluta discreción, mantiene en vilo tanto al sector oficialista del PSOE en Castilla y León como a los críticos, los propios, que no daban crédito a que la denominada baronesa no hubiera advertido de su viaje y requerido su presencia en dicho cónclave.

Mientras el exsecretario socialista en la comunidad autónoma, Julio Villarrubia -visiblemente molesto por que se le vincule con los "susanistas" como líder en la región de esta facción-, aseguraba a este periódico que no se entrevistó con Díaz, la secretaria de Organización del PSOE, Ana Sánchez, declaraba que "no tenemos confirmación oficial de que haya estado en Castilla y León ni en Zamora, pero, si se confirma, encantados de que nos visite, esperamos que le haya gustado". La número dos de los socialistas agregó que "ojalá vuelva pronto de forma oficial". También el secretario provincial del PSOE de León, Celestino Rodríguez, otro de los vinculados al sector crítico, desmintió haberse entrevistado con Díaz, según agencias. Sánchez no quiso valorar si el viaje sorpresa de Díaz se inscribe dentro de la estrategia del sector crítico, "que ustedes los periodistas dicen que existe en mi partido", contra Pedro Sánchez, el secretario general de los socialistas y candidato a presidir el Gobierno. Dijo que "desconozco con quién se ha podido reunir y si se ha producido esa reunión. No puedo decir nada, cada uno es libre de reunirse con quien quiera". Y reiteró que "en el PSOE lo que hay es diversidad de opiniones, ni críticos ni enfrentamientos, en una situación compleja del país" ante la imposibilidad de formar gobierno. "En el comité federal del lunes se solventará lo que tenga que solventarse", apostilló. El secretario del PSOE en Zamora, Antonio Plaza, rehusó hacer declaraciones. Por su parte, el secretario de Organización de los socialistas zamoranos, Ismael Aguado, se manifestó en la misma línea de Ana Sánchez y recordó que la militancia, especialmente en Zamora, dio su apoyo incondicional a Pedro Sánchez.

Díaz llegó pasadas las dos de la tarde a Benavente, camino del lugar acordado para el encuentro político. Regresó a la capital hacia las tres de la madrugada para alojarse en un hotel situado en los Barrios Bajos, donde al menos se reservaron tres habitaciones. La líder del sector crítico que exige a Sánchez la abstención para facilitar la investidura de Mariano Rajoy y el Gobierno del PP desayunó en el comedor del hotel con normalidad para salir hacia Sevilla entorno a las 10.00 horas.