Inmerso en los preparativos del nuevo curso -cuyo plazo de inscripciones comienza el próximo miércoles, 28 de septiembre- el presidente de La Morana, Francisco Iglesias Escudero, hace un llamamiento a las instituciones para que incrementen su apoyo a las tradiciones de la provincia.

-¿Qué novedades trae la asociación de cara al nuevo curso?

-Vamos a ampliar el taller de indumentaria, que es una de las clases donde hemos intentado aportar mayor rigurosidad y seriedad a la hora de la reproducción y restauración de las prendas tradicionales. Tendremos un obrador de camisas tradicionales, para elaborar este tipo de prendas y desarrollar las técnicas con las que se confeccionan. Es un esfuerzo, porque en este taller se van a poder hacer camisas de todos los tipos que hay en las comarcas de Zamora, desde camisa sayaguesa hasta alistana o de los valles del Tera, tanto de hombre como de mujer.

-¿Qué significa poner un nuevo taller en marcha?

-Hay un trabajo previo que es importante porque había mucha demanda y además nos parece que podemos aportar algo, porque se están haciendo cosas que son verdaderos atentados a la confección de la indumentaria tradicional. Hay que aportar seriedad desde los colectivos que trabajamos en este área, sobre todo porque la gente se deja guiar y a veces este tipo de actividades caen en personas que no tienen preparación ni una trayectoria. El trabajo de campo es muy importante, además de disfrutar.

-¿Continuarán también con los cursos monográficos?

-Por supuesto, muchos de ellos además han comenzado de forma esporádica, como el de cocina, porque nos apetecía recopilar esas recetas familiares, y ahora son habituales. Habrá también de pandereta y pandero o peinados y joyería populares.

-¿Los niños participan?

-Es importante integran a los niños en estas actividades de danza y baile, para ir metiéndose en el tesoro que es nuestra cultura tradicional.

-¿El interés por la tradición se mantiene?

-Está muy activo y se demuestra cada vez que hay algún tipo de actividad vinculada en cualquiera de los ámbitos de la tradición. Así que es hora también de demandar desde los colectivos que nos dedicamos a este tema una mayor atención por parte de las instituciones y por parte de las entidades que pueden y deben apoyar este tipo de iniciativas. Es muy triste que en la programación de las fiestas de algunos pueblos haya sevillanas programadas y no haya cualquier tipo de concierto o demostración de un deporte tradicional o una exposición de fotografías vinculadas a la etnografía del pueblo. La cultura tradicional de Zamora tiene que mimarse desde las instituciones.

-¿No se sienten respaldados por los organismos oficiales?

-Nos dan solo migajas, pequeñas ayudas y subvenciones. Creo que en otras provincias esto se cuida más. La cultura tradicional de Zamora, por su calidad, riqueza y diversidad merece ser mimada por las instituciones, merece ser la "niña bonita". Es una asignatura que tenemos pendiente y que quizá todos los grupos que nos dedicamos a esto deberíamos luchar más por ello.

-¿Cómo se ayuda desde La Morana a este mantenimiento de la tradición?

-Nosotros intentamos sobre todo hacer mucho trabajo de campo, de investigación y de recuperación. También el trabajo de divulgación, el sacar fuera de Zamora lo que tenemos, lo que consideramos que es muy importante. Precisamente hablando recientemente con responsables del Museo de Traje de Madrid, con quienes estamos en contacto. Les apasiona y desconocen todo este patrimonio que tenemos. Al ver las fotos de los trajes, consideran que deberían estar en una vitrina de un museo. Así que tenemos que ser conscientes de cómo vender lo que tenemos.

-¿En Zamora sí se aprecia?

-Considero que sí, porque hay gran éxito en Zamora cuando haces cualquier cosa, desde un festival de folclore hasta un desfile, una exhibición de indumentaria, una exposición o una conferencia, no como otras actividades que quizá sean más caras. Presupuestar actividades en torno al mundo de la tradición no es tan caro. Hay que vincular todo tipo de esfuerzos para que la cultura tradicional de Zamora y nuestra etnografía se conozca, se valore y sobre todo se difunda, porque es muy importante. La cultura tradicional de Zamora necesita un pequeño empujón.

-¿Qué puede aporta esta difusión?

-Siempre es algo positivo, porque en torno a todo este concepto se puede generar incluso un tipo de turismo, con gente interesada que venga a conocer este tipo de manifestaciones. Está el ejemplo de las mascaradas, redescubiertas hace pocos años. Pero llevan ahí toda la vida, y así hay muchas manifestaciones similares que se pueden recuperar para no perderlas y que solo necesitan un esfuerzo o una llamada de atención. En este aspecto debemos de trabajar todos un poco, arrimar el hombro. El fútbol es de todos los sitios pero el auto de reyes de Nuez de Aliste, la Obisparra de Sarracín o la técnica de las camisas de una comarca determinada es solo de aquí. Si no lo fomentamos nosotros, nadie va a venir desde fuera a hacerlo.