El director general de Caja Rural reivindicó "para Zamora un centro agroalimentario tecnológico, incluyendo el traslado del Itacyl (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León) perteneciente a la Junta de Castilla y León". El discurso de Cipriano García ahondó en la solicitud de "un trato discriminatorio positivo para Zamora" que realizó el pasado año también con motivo de la entrega de los Premios de la Fundación Científica en Ifeza, en el que pedía "un impulso absolutamente vital y urgente para la reactivación económica de esta provincia". Pero esta vez concretó con dos proyectos, el mentado centro agroalimentario tecnológico y el nuevo Museo de Semana Santa "que Zamora se merece. Un Museo Nacional de la Semana Santa. Un nuevo espacio, icono y referencia nacional e internacional de nuestra tradición, orgullo y bandera del pueblo zamorano ante España y el mundo. Un centro de peregrinación de la cristiandad y la cultura que nos coloque en el lugar donde debemos estar. Un proyecto que, respetando las creencias que cada uno tenga, sea atractivo y motor que, junto a nuestro románico, gastronomía y entorno natural, proporcione un empuje en el desarrollo económico y social que tanto anhelamos".

Y si el pasado año hacía autocrítica por la "falta de unidad, esfuerzo colectivo y asunción de responsabilidades para poder reivindicar a quién y cómo corresponda", este año, preguntaba a los "representantes públicos zamoranos. Si esto que decimos parece razonable. ¿Qué tenemos que hacer para conseguirlo?". Y se respondió a si mismo: "Probablemente habrá que cambiar conductas preestablecidas, modificar planes obsoletos y ser creativos. Arriesgar en el empeño y apoyar dando facilidades administrativas y fiscales a las inversiones".

El máximo ejecutivo de Caja Rural refrendó las palabras del presidente de la Cámara de Comercio, Manuel Vidal, cuando "insistía en solicitar a los poderes públicos un plan de emergencia por nuestra situación clara y notoria de empobrecimiento socioeconómico".

Fue la parte más reivindicativa de un discurso que comenzó con un reconocimiento de la recuperación de la situación económica. Destacó la expansión de la Caja por Orense, León y Valladolid y su modelo bancario "diferente a todos" y "unido al territorio". Y esgrimió ante las mil personas, representantes de toda la sociedad zamorana, los principales datos del último año de la entidad, que cuenta con 120.000 clientes: 460 millones de inversión, crecimiento de un 16% en recursos propios y más del 7% en recursos gestionados y unos excelentes ratios de solvencia y eficiencia que "nos sitúan, proporcionalmente, a la cabeza del sistema bancario español". Somos "una unidad transparente en la gestión para contribuir al progreso de empresas y familias".