Las 440 familias afectadas por las vibraciones al paso del AVE por Valorio reivindican soluciones "inmediatas" tanto a ADIF, responsable de las obras, como a la Subdelegación del Gobierno, intermediaria entre ambas partes, para poner fin a más de tres años de molestias. Los vecinos aseguran que las vibraciones "han aumentado" en sus domicilios generando "una situación insostenible porque no podemos ni dormir ni descansar". En este sentido, argumentan que "nosotros no somos técnicos y no podemos saber a qué es debido esta intensificación de las vibraciones, pero lo achacamos al incremento de la frecuencia horaria". Los vecinos tienen "miedo" a que estos movimientos originen problemas en la cimentación de sus edificios, que tienen una antigüedad media de alrededor de 40 años.

Ante esta situación, piden la aplicación "de una vez por todas" del sistema de insonorización pionero previsto a través de la instalación de una manta aislante para atajar los problemas. El portavoz de la plataforma, Francisco de la Iglesia, plantea que "si el puente implica no más de 800 metros lineales, lo que pedimos es que implanten la vía definitiva para comprobar si la solución planteada garantiza el fin de las vibraciones". Aunque los afectados comprobaron hace unos meses a pie de obra la instalación de la manta de aislamiento, "mientras sigan con la vía provisional y las vibraciones persistan, nosotros no nos podemos quedar de brazos cruzados", lamentan.

Los problemas alcanzan casi el medio millar de viviendas, según los datos que maneja la plataforma de afectados por las vibraciones del tren de Alta Velocidad a su paso por Valorio, ya que repercuten en todas las construcciones levantadas al paso del tren. Así, los temblores se perciben en las calles de El Bolón, La Hiniesta, Las Merinas, La Lobata, la avenida de Galicia y Huerta de Arenales. El temor principal de los vecinos es que las molestias persistan una vez concluidas las obras de adaptación de las vías del tren.

Los residentes en varias calles del entorno de San José Obrero tienen pendiente una reunión con el subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, para conocer las últimas novedades del proyecto, si bien desde el órgano estatal permanecen a la espera de recibir un informe actualizado de ADIF. Los afectados valoran que la situación de desgobierno del país les está salpicando ante la evidente paralización de la obra civil, una situación a la que se suma los cambios en la directiva de ADIF. Este cambio ha supuesto también un incremento de la burocracia a la hora de solicitar informaciones, según apuntan los afectados. En cualquier caso, "lo único cierto de todo esto es que llevamos arrastrando muchos años un problema que nos han generado ellos", expone Francisco de la Iglesia. El colectivo vecinal se constituyó en plataforma hace casi tres años y "aunque siempre hemos contado con la comprensión de la Subdelegación, estamos cada día más hartos porque todo sigue parado".