"Busco zamorana de pelo negro y ojos oscuros para gestación subrogada tradicional". El anuncio que media Zamora ha podido ver en diferentes paredes, escaparates y marquesinas de la capital lleva implícitas varias cuestiones que hay que descodificar. La primera de ellas, la puntualización de "tradicional". "Es la menos conocida y la menos habitual. Sobre todo, en lo que respecta a las agencias que se dedican a ello en los países en los que está regulado o existe jurisprudencia. La tradicional consiste en que la gestante aporta también los óvulos. Es decir, que aporta la genética. Por eso remarqué en el cartel que quería fotos", detalla el solicitante.

Pero, ¿por qué Zamora? Si quien busca un vientre ni es de aquí, ni vive aquí, tal y como se explica en el anuncio y este periódico ha podido corroborar... ¿Por qué no una madrileña? ¿O una salmantina? ¿O una onubense? "Es por las características físicas que se dan, sobre todo, en Zamora. Hay una parte de los zamoranos y zamoranas que se parecen mucho a mí", explica el autor de los carteles.

Las estrictas condiciones interpuestas por quien busca vientre a través de este anuncio finalizan con un pequeño interrogatorio de índole médico y privado, con cuestiones que entremezclan el grupo sanguíneo o el RH de la futura gestante con preguntas acerca de su pareja, si tiene hijos e incluso compañeros de convivencia.

Es un hecho innegable que la gestación subrogada se conoce coloquialmente como "vientre de alquiler". Este es un "término poco acertado, sin duda", aseguran desde la Asociación por la Gestación Subrogada. "Primero, porque no necesariamente ha de haber contraprestación económica. Segundo, porque la mujer que gesta al futuro bebé aporta mucho más que su útero, se implica física y emocionalmente. De hecho, en todas las leyes que regulan esta práctica se le exige que goce de buena salud y que tenga hábitos de vida saludables. Y tercero, porque los vientres no se alquilan como tampoco se alquilan las personas, eso es una barbaridad que no tiene nada que ver con que la mujer pueda ser compensada por el procedimiento médico al que se somete".

El colectivo pone ejemplos para ilustrar su argumentación. "A lo largo de la vida de un bebé o de un niño es casi seguro que su madre o padre tendrá que delegar su cuidado en otra persona, algunos delegarán en un familiar o en un amigo (y éstos lo cuidarán gratis), otros lo harán en una persona que se dedique a cuidar bebés o niños y estas personas les cobrarán (como es lógico); de igual manera la persona subrogada puede recibir una contraprestación económica por los trastornos que le pueda ocasionar el embarazo".