El Consejo Consultivo reconoció el pasado año el derecho a cobrar una indemnización por "pérdida de oportunidad" a un paciente que fue erróneamente diagnosticado en Urgencias, aunque rebaja considerablemente, de 25.327 a seis mil euros, la cantidad a la que tiene derecho.

El caso arranca hace siete años, en noviembre de 2008 cuando un hombre acude al centro de salud tras sufrir un corte en los dedos de la mano derecha mientras trabajaba en su explotación ganadera. El médico de familia le indica que posiblemente se ha seccionado el tendón flexor y necesite microcirugía, por lo que le remite al hospital. Sin embargo, en Urgencias del hospital le cosen la herida y le envían a casa sin intervenir los tendones, que estaban fracturados. No fue hasta el año 2009 cuando, tras diversas consultas, es operado de tenólisis y artrodesis.

Por estos hechos se siguieron actuaciones penales, aunque el juzgado las desestimó, aunque se valoró el daño sufrido en cuatro días de hospitalización, 334 días de tiempo en el que no pudo desempeñar su trabajo habitual y la existencia e secuelas en los dedos de la mano. Además de algunas cicatrices poco visibles, tiene deformidad en dos dedos, que el paciente no puede extender de forma completa.

La reclamación afirma que el paciente presentaba "una rotura de los tendones diagnosticada en el volante firmado por el médico del centro de salud", pero "la doctora de Urgencias se limitó a coser la herida y a enviarlo a valoración por la Mutua, cuando de haber sido visto por el traumatólogo y operado inmediatamente se podría haber restaurado los tendones y habría recuperado la movilidad de ambos dedos" por lo que solicita una indemnización de 25.327,68 euros. La Consejería de Sanidad acepta estimar parcialmente la indemnización al entender que transcurrió un tiempo excesivo hasta el diagnóstico definitivo y la operación.

El reclamante considera que existió un manifiesto error de diagnóstico y que la ausencia de tratamiento en el momento oportuno es la causa de las secuelas que padece. El órgano que preside Mario Amilivia indica que en el informe del médico de cabecera se hace constar de modo expreso que "posiblemente se ha seccionado el tendón flexor"; aunque aprecia "la dificultad de tal diagnóstico y de que, en principio, no puede atribuirse de un modo indubitado la existencia de una mala praxis en el servicio de Urgencias". Sin embargo, "dada la sospecha diagnóstica con la que se contaba y la propia dificultad que se predica del diagnóstico de tales lesiones, debería haberse extremado la diligencia en el diagnóstico, haber procedido de un modo especialmente cauteloso en la derivación hacía otros métodos de diagnosis o, al menos, con mayor celeridad, en el diagnóstico definitivo y en el tratamiento de las lesiones sufridas".

Malos resultados

Pese a que "una reparación primaria de los tendones llevada a cabo en las primeras horas o una reparación primaria diferida en los primeros días posiblemente habría permitido obtener mejores resultados funcionales", concluye que "no puede asegurarse que con dicho tratamiento se habrían obtenido buenos resultados dada la frecuencia con la que se obtienen resultados poco satisfactorios en estas lesiones". En este sentido, se indica que incluso no se supera el 85 % de resultados satisfactorios.

A todo ello hay que añadir que no sólo se afirma que los resultados de la reparación son malos, sino que también determinan necesarias reintervenciones, con tiempos de curación muy prolongados, pudiendo quedar finalmente secuelas importantes.