La problemática que envuelve desde hace décadas a la avenida de Cardenal Cisneros, autovía en el corazón de Zamora que divide a la ciudad en dos mitades, ha generado multitud de especulaciones a lo largo de los años. Una serie de proyectos, algunos con más cabeza que otros, que han terminado por ser pasto del olvido, en mayor o menor medida por la oposición del Ministerio de Fomento, que a la postre es el propietario único que tiene derecho a decidir sobre lo que se hace o no se hace en esta arteria.

Apenas hace seis años que el Ayuntamiento de Zamora propuso una de las ideas para canalizar el tráfico en la zona: construir cinco rotondas a lo largo de la avenida. Concretamente, las infraestructuras iban a localizarse en la confluencia de Cardenal Cisneros con La Aldehuela y Candelaria Ruiz del Árbol, con la calle Arapiles, con la avenida Requejo, con la avenida Tres Cruces y Alfonso Peña, y la última, con la calle Villalpando. Un proyecto del que nunca más se llegó a saber.

Un año más tarde, la propuesta que el Consistorio transmitió al Ministerio de Fomento fue la de la conversión en bulevar de la avenida de Cardenal Cisneros, una transformación que buscaba priorizar al peatón, generar nuevos espacios estanciales y aumentar la seguridad vial a través de pasos peatones elevados. Otro proyecto que tampoco consiguió llegar demasiado lejos.