Un zamorano acaba de ingresar en la cárcel acusado de un delito de pornografía infantil, al hallar la Policía Nacional fotografías de contenido sexual con menores de edad en su domicilio, registrado previamente por los agentes, según ha podido saber este diario.

La investigación se centra ahora en comprobar si es consumidor este tipo de pornografía y si también la distribuye, ya que poseer pornografía infantil para uso propio está penado con hasta un año de prisión, mientras que su difusión por cualquier medio eleva el castigo hasta los cinco años de reclusión.

El detenido, de 50 años de edad y vecino de un municipio próximo a la capital, que pasó el martes a disposición judicial, estaba siendo investigado desde hace meses por un Juzgado de Instrucción de la capital, cuyo titular dio la orden de entrada y registro en el domicilio del sospechoso, operación que finalmente terminó con su arresto.

Los agentes habrían comprobado que el zamorano disponía de material de pornografía infantil en los soportes informáticos que tenía en su casa, ordenador y disco duro, requisados para un examen más exhaustivo, según la información a la que ha tenido acceso este diario.

La decisión del Juzgado de Guardia se produjo una vez comprobada esa posesión de imágenes en las que los niños son protagonistas de actos sexuales; y una vez que se procedió al interrogatorio del individuo en sede judicial, desde donde el investigado salió directamente para su ingreso en la macroprisión deTopas.

Nuevo Código Penal

El nuevo Código Penal del año 2015 señala en su artículo 189 que será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años "el que captare o utilizare a menores de edad (...) con fines o en espectáculos exhibicionistas o pornográficos, tanto públicos como privados, o para elaborar cualquier clase de material pornográfico, cualquiera que sea su soporte, o financiare cualquiera de estas actividades o se lucrare con ellas".

Ese mismo castigo se prevé para quien "produjere, vendiere, distribuyere, exhibiere, ofreciere o facilitare la producción, venta, difusión o exhibición por cualquier medio de pornografía infantil (...) o lo poseyere para estos fines, aunque el material tuviere su origen en el extranjero o fuere desconocido".

Asimismo, indica que "el que, para su propio uso, adquiera o posea pornografía infantil (...) será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión o con multa de seis meses a dos años".

El nuevo Código Penal establece como pornografía infantil "todo material que represente de manera visual a un menor (...) participando en una conducta sexualmente explícita, real o simulada; toda representación de los órganos sexuales de un menor con fines principalmente sexuales, salvo que la persona resulte tener en realidad dieciocho años o más en el momento de obtenerse las imágenes".