El Estado destinó más de 4,2 millones de euros al pago de prestaciones por desempleo durante el mes de julio, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal. El dinero fue destinado a las prestaciones de los 5.867 zamoranos con derecho a prestación. La mayor parte se la llevan las prestaciones contributivas, un total de 2,48 millones de euros. Los subsidios por desempleo se llevan 1,37 millones y la renta activa de inserción 326.000 euros, según la misma fuente. Pese a esto, la mayor parte de los beneficiarios reciben un subsidio por desempleo, 2.760, mientras que son poco más de 2.200 los que reciben la tradicional prestación contributiva.

La cantidad total destinada por el Estado a las prestaciones contributivas dista mucho de las cifras máximas que se marcaron hace cuatro años. La explicación es múltiple. Por un lado, es cierto que ahora hay menos paro que entonces y que hay menos personas que perciben la prestación. Sin embargo, también hay que señalar que el hecho de que el subsidio por desempleo sea recibido por más personas que la prestación por desempleo es un claro síntoma del paro de larga duración que afecta a cientos de personas en la provincia. En julio del año 2012 el Estado destinó un total de 7,5 millones de euros a los 8.735 parados que entonces tenían derecho a prestación. En comparación con ahora la cantidad ha caído más de un 44%. Sin embargo, el número de perceptores no lo ha hecho en el mismo porcentaje y es un 32% más bajo.

Cabe señalar que los ingresos más altos corresponden a las prestaciones contributivas. El clásico "paro" es la primera vía a la que acceden las personas que se han quedado sin empleo y tienen derecho a prestación y, aunque a partir del sexto mes la cantidad baja considerablemente, también tiene las cantidades más altas. Una vez acabado el derecho a disfrutar de la prestación contributiva los parados con derecho a seguir en el sistema de ayudas acceden a los subsidios por desempleo. Este paso conlleva el paso a un nivel de ingresos considerablemente inferior.

Esto explica porque la cantidad desembolsada por el Estado ha caído con más fuerza que el número de personas con derecho a prestación. En los primeros años de la crisis, aunque el paro golpeaba con más fuerza que ahora, las personas que perdían su empleo accedían a la prestación contributiva. Entonces eran más los que formaban parte de este colectivo que los que cobraban el subsidio por desempleo. Conforme avanzó la crisis la tendencia se fue cambiando, mermando el número de personas del primer grupo y aumentando las del segundo. Esto ha hecho disminuir las partidas del Estado a los desempleados, que ahora cobran menos que hace cuatro años como término medio.