Una abstracción en la que expresa sus inquietudes de toda índole es la que plantea el artista Eugenio Fuentes Álvarez desde ayer en la sala de exposición de la Alhóndiga. En "Espacio", el desembarco en solitario de este artista zamorano pero afincado en Madrid desde hace muchos años, el creador exhibe una veintena de obras plásticas y varias esculturas, ejecutadas en los últimos dos años y marcadas por la pluralidad de los materiales empleados.

En sus piezas pictóricas destacan las grandes dimensiones de varios de sus cuadros, dos ejemplos superan los dos metros de anchura, y la contundencia del empleo del azul, el negro o el rojo.

Fuentes Álvarez, cuyo hacer creativo pudo verse en una colectiva en la sala de exposiciones de la Encarnación hace dos veranos, presenta, en una parte de la sala, varias piezas centradas temáticamente en la huella, como dos cuadros entre cuya realización "pasaron ocho años" y una escultura donde otorga un nuevo significado a elementos convencionales, como unas botas.

En el centro de la sala el artista ha situado un tríptico protagonizado por un pez donde lleva a cabo "una investigación sobre la antropología y la prehistoria" sin olvidar varios lienzos donde realiza una revisión de la evolución. El motivo animal lo repite en técnicas mixtas y en grabados, una disciplina que "era una asignatura pendiente que tenía", explica el artista que expone por primera vez la mayoría de las obras expuestas en Zamora hasta el día 16 de septiembre.

Su preocupación por la recuperación de la memoria histórica protagoniza varias de las piezas exhibidas, como una escultura donde un reloj está detenido con sus agujas en el tres y el seis y tiene delante tres velas con los colores de la bandera republicana. "Yo no intento adoctrinar, solo transmito mis inquietudes", defiende.