En plena celebración de sus fiestas, la Asociación de Vecinos Siglo XXI se sumerge en las fiestas y hace un paréntesis en su "lucha permanente por evolucionar, por crecer y para que se nos trate como a un barrio más, en definitiva, por el bienestar de todos los vecinos". Los niños son los privilegiados en un programa festivo con talleres, gastronomía, música y baile.

-¿Cuál es el eje que domina del programa festivo de la asociación vecinal?

-Los niños. Es un programa para todo tipo de público pero la preferencia la tienen, sin duda, los niños. En la urbanización puede haber hasta 150 niños y jóvenes desde bebés hasta chavales de 18 años y hay que pensar en ellos para que disfruten de las fiestas del barrio donde viven. Talleres para niños y jóvenes, una quedada motera, carreras, discomóvil, toros mecánicos y una paellada el próximo domingo son los platos fuertes del programa.

¿Con qué volumen de dinero cuentan?

-Unos 2.500 euros, talleres incluidos.

-La ausencia de una sede física donde realizar sus actividades es una de las eternas reivindicaciones de la Asociación de Vecinos Siglo XXI. ¿Cómo palían este déficit?

-Durante estos días de festejos hacen talleres específicos, pero durante el resto del año hacemos actividades de este tipo para niños. El problema es que no tenemos sede y así es difícil desarrollar talleres tanto en invierno, con el frío, como en verano, con el calor. Ahora mismo tenemos a los niños en un garaje con unos cenadores, pero no hacemos más porque carecemos de medios. Durante el año mucha gente más mayor nos pide gimnasia de mantenimiento o talleres de salsa pero sin sede es imposible.

-Meses atrás recogieron en poco tiempo casi un millar de firmas para exigir una sede y unas pistas deportivas para el barrio. ¿Prueba superada?

-En ello estamos. Existe un proyecto por parte del Ayuntamiento para habilitar en una parcela de propiedad municipal unas pistas de deporte y la sede. Las firmas las recogimos en apenas cuatro días de forma simbólica y las presentamos en el Ayuntamiento tras su debido registro. El equipo de Gobierno nos ha reconocido siempre que se trata de una necesidad real, sobre todo, si tenemos en cuenta que hablamos de familias muy jóvenes con hijos que harían uso de esas pistas. Lo que hace falta ahora es que ese proyecto se materialice en consignación económica en los presupuestos del próximo año. Intención parece que hay por parte del Ayuntamiento así que esperamos que lo tengan en cuenta.

-En un panorama de clara tirantez entre las dos representaciones vecinales escindidas hace unos años, Faveza por una parte y AVZ por otra, Siglo XXI está enmarcada dentro de la Federación de Asociaciones de Vecinos. ¿Están satisfechos con la representación?

-Mucho. Cuando nosotros empezamos en esto, hace unos once años, nos gustaba mucho cómo la FAVE llevaba la gestión y el trabajo y, hoy en día, seguimos pensando lo mismo. Saben reivindicar cuando tienen que hacerlo y creo que también son muy dialogantes, así que estamos conformes.

-¿Quedan todavía viviendas vacías por habitar?

-Esta todo vendido y habitado casi en su totalidad. Algunas solo en verano pero la mayoría están llenas todo el año. Son familias jóvenes en su mayoría y la verdad que hay muy buena disposición por parte de todos. Cualquier vecino está dispuesto a echarte una mano y a colaborar con cualquier cosa, ya sea pública o privada, y eso hace mucho a la hora de convivir.

-Como cada verano, Zamora atraviesa una época dura en cuanto a incendios en parcelas sin desbrozar. ¿Han sufrido también en Siglo XXI el azote del fuego?

-Por suerte, no. Sí los hemos tenido cerca pero no propiamente en el barrio. Lo que sí es cierto es que hace un tiempo pedimos la limpieza de parcelas que facilitó el Ayuntamiento y estuvieron aquí adecentando los solares públicos. Sin embargo, el problema está en las zonas privadas de promotores o constructores, que urgen una limpieza. Lo que le pedimos al Ayuntamiento es que se ponga en contacto con sus dueños para requerir la limpieza porque un fuego aquí puede ser muy peligroso.

-Las modificaciones del PGOU han permitido a Siglo XXI entrar en la red de carril bici de Zamora. ¿Qué supone para el barrio?

-Es una noticia buenísima. Estamos muy contentos porque supone mejorar las comunicaciones y hacer realidad una carencia que percibimos en el plan de movilidad. Nosotros alegamos tanto en nombre de la asociación como por parte de la FAVE porque hay mucha gente que se mueve en bicicleta aquí, incluso para ir a trabajar.

-¿Qué otras reivindicaciones se van quedando en el tintero?

-Llevamos mucho tiempo pidiendo pasos de cebra en la carretera de Villalpando y de Cubillos para poder cruzar. Hay más instituciones de por medio y eso parece que dificulta la solución. También hemos insistido mucho en que, una vez construido el nuevo puente del camino del Torrao, haya aceras e iluminación porque hay mucha afluencia de coches cruzando por el nuevo puente.

-Autobuses cada media hora durante las mañanas y cada hora durante las tardes y los fines de semana. ¿Es suficiente?

-No. Por supuesto que no. Somos un barrio del extrarradio, eso está claro, y como tal necesitamos comunicaciones para podernos desplazar. Queremos que se nos equipare al resto de barrios de Zamora, algunos con mayor afluencia de autobuses pese a estar más cercanos al centro. Somos partidarios de que la empresa y el Ayuntamiento elaboren un estudio para conocer la necesidad real de mayores frecuencias en el servicio de autobús. Un servicio cada hora para las tardes lo hace incompatible con las actividades extraescolares de los niños o las compras. No pedimos cada cuarto de hora, como en otros sitios, pero al menos como la mañana, cada 30 minutos.

-En su día, la Subdelegación del Gobierno de Zamora puso el barrio como ejemplo de colaboración ciudadana para evitar los robos. ¿Continúa Siglo XXI como una zona libre de cacos?

-Por ahora, sí. De hecho, todos los vecinos compartimos un grupo de Whatssap para informar automáticamente sobre cualquier cosa extraña que perciban y avisar a los cuerpos y fuerzas de seguridad. Tengo que reconocer que como vecinos son ejemplares.

-Se le ve orgullosa de su barrio.

-Lo estoy. Echando doce años la vista atrás y haciendo balance, nos tenemos que sentir orgullosos de dónde vivimos, de dónde están creciendo nuestros hijos y de los valores que adquieren en un entorno libre basado en la convivencia, el respeto y la armonía. Es como vivir en un pueblo. Por ello, la directiva ha aunado esfuerzos para confeccionar un programa de fiestas orientado hacia una causa común que no es otra que la unión de todos.