Las causas de las infecciones hospitalarias son variadas y pueden deberse tanto a las características del paciente como a factores externos. Un estudio realizado sobre el particular hace unos años en el servicio de Medicina Interna identificó que "el factor de riesgo intrínseco más frecuente en nuestros pacientes fue la diabetes y el extrínseco el ser portador de catéter vascular periférico". La diabetes, los altos niveles de nicotina, el uso de esteroides y la desnutrición son algunos factores intrínsecos del paciente que favorecen las infecciones en el hospital. Los factores de riesgo extrínsecos derivan de la hospitalización e incluyen las maniobras diagnóstico-terapéuticas y el medio ambiente hospitalario. "De hecho las infecciones más frecuentes son las relacionadas con dispositivos médicos (ventilación mecánica, catéteres vasculares y sondas urinarias) y con los procedimientos quirúrgicos", explica el mencionado estudio de Medicina Interna. Evitar las infecciones hospitalarias es una prioridad para los profesionales sanitarios, aunque no siempre es fácil escapar a sus efectos. De hecho en la mayoría de las infecciones del lugar quirúrgico la fuente de patógenos es la flora de la piel, las membranas mucosas o las vísceras huecas del propio paciente.