"Ningún caso similar". Los tintes rocambolescos del caso -el móvil fue la búsqueda de un supuesto tesoro-, la complejidad del pozo excavado y las características del hoyo -muy angosto y sin oxígeno en la profundidad- convierten el episodio de estos días en un caso "único en Zamora". Los bomberos no recuerdan haber hecho frente a un operativo de estas características. "Hemos trabajado en sepultamientos cuando las personas realizaban zanjas o canalizaciónes y el terreno cedía encima, pero normalmente ninguna de estas excavaciones contaba con más de dos metros". El bombero Ramón Luengo lo compara con "una sima", ya que "es como si hubiera estado meses excavando ese barranco con minuciosidad y muy poco a poco". Los agentes han permanecido un día entero en la operación hasta el hallazgo del cadáver del hombre marroquí que pereció, según los cálculos policiales, sobre las 14 horas del pasado lunes.