Adonino García, o mejor, Doni, como le conoce todo el mundo, vuelve este año a la carrera de autos locos de las fiestas de Pinilla. El año pasado se dio a conocer al participar en la competición con su carro de la posguerra con el que recogía carbón para sobrevivir. Este año repite.

-¿Qué tiene este barrio para nunca falle a la cita?

-El barrio de Pinilla es donde pasé mi infancia. Tengo un recuerdo muy lúcido sobre aquellos años, en los que tuve que trabajar para sobrevivir. Éramos 12 hermanos y nos tocó pelear mucho para poder salir adelante. Todavía evoco cuando iba junto a los chavales del barrio a la vieja estación de ferrocarril para recoger la carbonilla sobrante y poder revenderla.

-¿Cómo fueron aquellos años?

-Eran complicados, era una etapa muy dura en la que no perdías la oportunidad de poder sacar algo que llevarte a la boca. No solo vivíamos de recoger carbonilla, sino que también nos acercábamos a las tiendas de los alrededores de la estación a ver si podíamos apañar fruta o legumbres que hubieran sido desechadas por los dueños.

-Además la Guardia Civil les tenía entre ceja y ceja?

-Sin duda, siempre nos veían merodeando entre los trenes y nos perseguían. Si nos cogían a un grupo amplio nos metían en un calabozo hasta la media noche. Eso no era tan malo, el problema venía cuando te detenían solo, entonces te metían en un cuarto y te pegaban una somanta de palos. En otra ocasión cogimos unas latas de atún de un vagón, cuando la Guardia Civil nos descubrió empezó a dispararnos. Yo salvé un par de ellas.

-Hace unos días llegó a la redacción su última invención: una camiseta con la portada de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA del día que se publicó su reportaje en las fiestas de 2015. ¿Cómo se le ocurrió esta idea?

-Es muy sencillo, el reportaje me gusto mucho. Y tanto a mi familia como a mí nos hizo mucha ilusión que alguien pudiera interesarse por mi vida Entonces decidí hacer unas camisetas. He traído veinte.