Los más de cuatro años de Ana Pastor al frente del Ministerio de Fomento han dado para mucho en la provincia, pero el nombramiento de la zamorana como presidenta del Congreso de los Diputados deja a su sucesor con varios retos pendientes, necesarios para que las infraestructuras avancen y comuniquen mejor a la provincia con el resto del país y con Portugal.

La etapa de Pastor al frente de Fomento se recordará fundamentalmente por dos obras. La primera en estar acabada fue la culminación de la Ruta de la Plata entre Zamora y Benavente, el único tramo que restaba por construir de una carretera de más de mil kilómetros que une Sevilla con Gijón. La inversión ha sido considerable, pues la obra ha venido a costar unos 179 millones de euros. Sin embargo, el Gobierno desembolsará una cantidad cercana a los mil millones (998 concretamente) porque la constructora será quien se haga cargo del mantenimiento de la vía durante un periodo de tres décadas. El Gobierno pagará anualmente un canon por esta cuestión.

La segunda gran obra culminada durante estos años ha sido la conexión por alta velocidad ferroviaria de Zamora con Madrid. El trayecto se inauguró el pasado mes de diciembre y ha reducido el tiempo de viaje a la capital de España a una hora y media desde las dos horas anteriores. Solo en el tramo que une Zamora con Olmedo Fomento ha invertido más de 748 millones de euros durante los últimos años.

Precisamente con la alta velocidad ferroviaria tiene que ver con las tareas pendientes de Fomento. Cuando se inauguró la alta velocidad hasta Madrid, hace más de medio año, la propia ministra aseguró que el siguiente tramo de la obra, el que une Zamora con Pedralba de la Pradería, estaría listo antes de finalizar este año. Las obras avanzan, pero el tiempo también lo hace y a Fomento le quedan poco más de cinco meses para cumplir con los plazos que la propia ministra marcó. Se trata de un tramo con una longitud de 129 kilómetros que reducirá el viaje, que ahora está en una hora y cuarto aproximadamente, a 45 minutos. Obviamente, la apertura de este nuevo tramo de alta velocidad también reducirá el tiempo de viaje entre Zamora y Galicia y favorecerá a los gallegos que quieran viajar a Castilla y León o a la capital de España.

Sin embargo, es un hecho que la obra del AVE está ya muy avanzada y que el gran reto que los zamoranos marcan al próximo ministro o ministra de Fomento es la culminación de la A11 entre Zamora y la frontera con Portugal, un tramo que requiere todavía tramitación ambiental para su ejecución.

El Ministerio consideró a principios de año que disponía de financiación en los presupuestos de 2016 para licitar las obras de dos tramos. Por un lado, tenía previsto lanzar el concurso del nuevo vial entre la Ronda Norte de la capital zamorana y Ricobayo, unos 17,2 kilómetros, que tienen un presupuesto estimado de 70,7 millones y, por otro, abrir el expediente de contratación de las obras entre Alcañices y San Martín del Pedroso, en el límite de la frontera lusa. Estos 16,6 kilómetros de la Autovía del Duero tendrán un coste de 116,9 millones.

Por otra parte, es de esperar que Fomento siga adelante con la tramitación de los proyectos de otros dos tramos de la A11 en la provincia zamorana: Ricobayo-Fonfría (20,2 kilómetros y 78,8 millones.) y Fonfría-Alcañices (20,2 kilómetros y 73,1 millones).