La empresa Grusamar ha salido al paso de las acusaciones lanzadas por la asociación de ingenieros Fidex y ha defendido la oferta que la convierte en adjudicataria del de la Diputación Provincial para realizar un estudio sobre el estado de redes de agua de la provincia. Grusamar cuenta "con profesionales y trabajadores de todas las regiones y comunidades de España, con experiencia en el ámbito de la ingeniería y con plena libertad para licitar en cualquier lugar y cualquier organismo de la Administración Pública o del sector privado".

La firma asegura, en cualquier caso, que "el presupuesto del contrato no constituye en modo alguno una baja temeraria, de acuerdo a la legislación vigente y a lo establecido en los pliegos de prescripciones técnicas particulares y de cláusulas administrativas particulares que rigen el citado contrato". La adjudicataria manifiesta, además que, el cumplimiento del contrato, se hará "en los términos previstos en los pliegos y en la oferta de Grusamar Ingeniería y Consulting S. L. U, con el alcance en ellos previsto".

Puntualiza que "El colectivo Fidex no es, en ningún caso, la patronal de ingeniería, siendo tan solo una asociación privada constituida por diez empresas de las más de 150" que forman el sector, así como que carece de "representación institucional, la cual corresponde a Tecniberia".

Ya en días pasados el diputado de Obras, Juan Dúo, quiso despejar cualquier duda al asegurar que la adjudicación del contrato para estudiar las redes de abastecimiento de agua de la provincia "es segura y no entraña riesgo alguno". El también vicepresidente primero de la Diputación Provincial argumentó que ante "bajas temerarias o desproporcionadas como ésta, siempre pedimos a las adjudicatarias una justificación de la rebaja". En el caso del contrato para el diagnóstico de redes, "los técnicos avalan que no se corre ningún riesgo".