La crisis le abrió las puertas de la oportunidad y ha convertido su pasión en un nuevo negocio. El zamorano Javier Lillo del Valle abre hoy la que será la primera sala de subastas de Castilla y León. Cambia así radicalmente de campo profesional. "Tengo una agencia de traducción, un terreno donde ha aumentado la competencia con la crisis y tenía que hacer algo para salir adelante", explica. La solución la encontró en la amplia colección personal de arte que había ido recopilando durante años, ahora expuesta en esta galería, ubicada en la calle de Sotelo, próximo a San Torcuato, bajo el nombre de Subastas del Valle.

Se trata de una compilación muy interesante para los aficionados al arte. Desde cuadros del siglo XVII hasta iconos rusos, pasando por relojes antiguos o incluso armas de Mauritania, pero con la pintura como auténtica protagonista. De esta manera, se pueden apreciar obras de artistas de la talla de Picasso, Hopper, Matisse, Monet, Lichtenstein, Paul Klee, Quirico, Miró o Christo y Vasarely. "Todas las piezas están firmadas por el propio autor y la mayoría incluyen un certificado de autenticidad", subraya Lillo del Valle.

Además, los precios están adaptados para casi todos los bolsillos, como apunta el promotor. "Los grabados de Picasso que tengo, salvo un par de ellos, que son excepcionales, tendrán un precio de salida de 400 euros. Y creo que, por ejemplo, siempre es mejor comprar como regalo para una boda una obra de arte que un aspirador o que es mejor darse este tipo de caprichos que cualquier otra chuchería", aconseja.

Este negocio tiene visos de internacionalización, puesto que la subasta se abre más allá de las fronteras españolas. Para ello, Lillo del Valle ha puesto en marcha una página web en diferentes idiomas "para fomentar la atracción de compradores sobre todo de Rusia, países árabes o China, donde ahora se están abriendo dos museos por semana y no tienen prácticamente nada para llenarlos", advierte.

Además, este nuevo espacio se presenta como una buena oportunidad para aquellas personas que quieran dar una salida digna a sus colecciones particulares. "Siempre es mucho mejor venderlo a este nivel, porque el propietario no pierde nunca, pone un precio de salida y si no se alcanza, no se vende", asegura.

De esta manera, los interesados pueden llevar los objetos a la sala "donde se les expedirá un certificado de garantía por mantenerlos aquí y donde incluso se pueden tasar. Ellos nos dan su precio de salida a subasta y la casa solo se quedaría con un bajo tanto por ciento de lo conseguido", explica.

La colección actual se completa con obras de la artista peruana Olga Luna, grabados de Pissarro o Rembrandt, esculturas de Ramón Abrantes y Coomonte o incluso curiosidades, como una pintura de Emilia Pardo Bazán.

Con una capacidad para setenta personas, la primera subasta se realizará el próximo 28 de julio y como pieza principal estará un cuadro de Francis Bacon, que tendrá un precio de salida de 6.500 euros. "Es una buena tarjeta de presentación para que la gente aficionada se acerque", asegura el galerista, que ya tiene en mente organizar diferentes exposiciones en este espacio entre subasta y subasta, principalmente con artistas extranjeros con los que mantiene contacto directo por su afición y que quieran venir a Zamora a presentar su obra.

"Mi objetivo es conseguir dinero para seguir comprando arte y que todo esto tenga una continuidad, pudiendo realizar una subasta mensual. No pretendo convertir la sala en Sotheby's o Christie's, pero en un futuro podría incluso poder llegar a abrirse alguna sucursal en otras ciudades cercanas", vaticina para finalizar sobre su nueva andadura profesional, que ha iniciado en la capital.