La Consejería de Sanidad espera un "pico" de ingresos por las altas temperaturas estos días puesto que la primera veintena de julio es el periodo en el que tradicionalmente se registra un mayor número de visitas al médico en Castilla y León. Por ello, pide a la población que extreme la precaución en un fin de semana en los que los termómetros rondan los 40 grados. De hecho, el pasado verano 380 personas tuvieron que recibir asistencia sanitaria, 29 de ellas en Zamora y 84 tuvieron que ir al hospital, aunque no se registró ningún fallecimiento.

La ola de calor que ha padecido Zamora durante estos dos días pasados parece que se suaviza a partir de hoy, aunque los promósticos apuntan que en la capital se podrían alcanzar de nuevo los 35 grados e fin de semana que viene. Ayer, de hecho, los termómetros subieron hasta los 36,2 grados la temperatura máxima a la que se llegó a las cinco de la tarde, un poco antes que en la jornada precedente. Fueron tres décimas menos que el sábado, si bien la noche fue muy calurosa, ya que no se bajó en la capital de los 20,5 grados.

Para hoy se espera una máxima de 32 grados y una mínima de 17, mientras martes y miércoles las máximas se espera que no pasen de los 28 grados, para volver a subir a partir del viernes.

Por si acaso, la Consejería de Sanidad vigila las consecuencias del calor en la Comunidad a través de un sistema que recopila información y que estará activo, al menos, hasta el 15 de septiembre. Además, la Junta cuenta con la "Guía de respuesta ante el riesgo de olas de calor", que se elaboró después de que en el verano del año 2003 las altas temperaturas dejaran en España un buen número de problemas de salud, así como un aumento de la mortalidad esperada.

En la Comunidad, el diagnóstico más frecuente, en un 68,7% de las consultas, fue el golpe de calor. En total, las asistencias sanitarias derivadas de las altas temperaturas el pasado verano fueron 392, de las que más de la mitad, 230, se registraron en el mes de julio.